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El Monumento al Obrero Petrolero, ubicado en Caleta Olivia, es un homenaje emblemático a la labor y la importancia de los trabajadores de la industria petrolera en la región. Inaugurado el 13 de diciembre de 1969, este monumento se erige como un símbolo de la ciudad.

En este marco, las siete familias de los obreros que formaron parte de la construcción de El Gorosito organizaron un festejo especial para los 55 años de su instalación, que incluyó un paseo de emprendedores y un festival artístico a los pies de El Gorosito. En tanto que este viernes a las 09:30 se hará el izamiento del pabellón patrio en el mástil del monumento.

El Paseo de Emprendedores organizado por las familias. FOTO: TAMARA MORENO/LA OPINIÓN ZONA NORTE

Las actividades

Elizabeth Mancilla, una de las organizadoras y también hija de uno de los albañiles que trabajaron en el emblemático proyecto, habló con La Opinión Zona Norte y compartió su emoción al recordar a su padre, José Mancilla, quien falleció hace poco más de dos años. “Estoy orgullosa de que mi padre haya trabajado en la construcción del monumento. Es una experiencia única que viví desde niña, cuando él pasaba largas horas trabajando”, contó Elizabeth.

El evento, que se realizó por primera vez, incluyó una serie de actividades que prometen entretener a los asistentes e incluye desde presentaciones de grupos en vivo hasta la exhibición y venta de artesanías. “A las 12 de la noche le cantaremos el ‘Feliz Cumpleaños’ a Gorosito y habrá una torta para celebrar”, dijo Elizabeth, anticipando lo que ocurrió ayer.

Durante los actos se instaló una placa con los nombres de todos los obreros que contribuyeron a la construcción del monumento. “Hemos estado corrigiendo nombres que faltaban y es muy importante para nosotros que todos sean reconocidos“, explicó Mancilla.

Elizabeth Mancilla, hija de uno de los constructores de El Gorosito. FOTO: TAMARA MORENO/LA OPINIÓN ZONA NORTE

El Gorosito, construido en el ingeniero Nuxen y trasladado en partes a su ubicación actual, no sólo es un símbolo de la ciudad, sino también un recordatorio del esfuerzo y dedicación de quienes lo levantaron. “Mi papá era albañil carpintero y siempre nos enseñó el valor del trabajo“, reflexionó Elizabeth. “Para mí, El Gorosito está bien así como está, pero siempre se puede mejorar. Lo amo y representa mucho para nuestra comunidad“.

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