Según señalaron a LOZN fuentes calificadas, habría reconocido la discusión, pero también asegurado que el concejal no la golpeó. Por otra parte, habría adjudicado los dichos a una “movida política”.

Además, las fuentes indicaron que la mujer impulsó una medida cautelar, que habría admitido la jueza de familia, mediante la cual solicitaría que no se hable más del tema.

La notificación de una medida tal, no llegó a éste medio. Más allá de eso, la situación del edil dista mucho de la de su presunta víctima. Fuentes letradas consultadas, señalaron que “la jurisprudencia y la doctrina” para el tratamiento de la información relativa a los actos de funcionarios públicos, como lo es Bazán, impide la “censura previa”.

El caso continúa en el fuero civil, porque los testigos del hecho radicaron la denuncia. No solo están facultados, sino que la Ley obliga a hacerlo a quien presencie actos como los descritos públicamente.

En tanto, en el aspecto político, Bazán tendrá que afrontar la decisión de sus pares en el Concejo Deliberante. El cuerpo realizará una sesión extraordinaria el lunes próximo, y podría determinar una sanción para el quinto concejal.

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