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Este lunes 22 de septiembre representa un día de dolor y bronca para la familia de Lautaro Pacheco, una de las víctimas del triple crimen de Caleta Olivia, ya que estaría cumpliendo 15 años. El caso llegó a juicio y el tribunal terminó absolviendo a los cuatro detenidos por el hecho. “Lauty” (9), su hermana Karin Fernández (6) y su mamá Natasha Schumacher (24), nunca tuvieron justicia.
El cinco de enero del 2020, un grupo de personas arrojaron una bomba molotov a la casa familiar, ubicada en el barrio 17 de Octubre, mientras los dos menores dormían junto a su madre y la pareja de ella, un conocido delincuente llamado Ricardo Luna, que fue el único sobreviviente. Luna alcanzó a salir a tiempo de la vivienda, donde el fuego arrasó con rapidez debido a dos motos que había en la sala.
En este lunes, Juan Pacheco, padre de Lautaro, compartió unas sentidas palabras en redes sociales. “Mi angelito, hoy estaríamos festejando tus 15 añitos junto a tu familia. Hoy me vuelve a golpear de nuevo el dolor de no tenerte conmigo. Te agradezco, gordo. Te agradezco por cada momento juntos que dejaste. Te amo y siempre estarás en mi corazón“, escribió en un estado de WhatsApp.
Sin justicia
El 9 de diciembre de 2021, los jueces camaristas Juan Pablo Olivera, Jorge Alonso y Mario Albarrán leyeron la resolución del juicio y determinaron la absolución de los imputados y ordenaron que sean liberados de manera inmediata. El fallo para disponer las excarcelaciones de Gil, Paredes y los hermanos Gallardo, de 58 fojas, se basó en la “falta de certeza suficiente”.
Para los jueces, el hecho de que los imputados estuvieran cerca de la casa que se incendió intencionalmente y mató a Natasha y sus hijos no los incriminó. No alcanzó con el registro que los captó yendo hasta la escena tres veces y, en la cuarta, que se iniciara el fuego y ellos escaparan en un auto. Las imágenes que se presentaron como prueba son las de la maderera RD Burger.
La sentencia fue altamente cuestionada debido a que se hizo una interpretación parcial de la prueba, dejando de lado el análisis probatorio global e integral que hizo el Ministerio Fiscal al momento de efectuar los alegatos. Tanto el querellante Carlos Linares, como el fiscal Carlos Rearte, habían pedido la pena perpetua por considerar que las pruebas daban cuenta de una serie de indicios unívocos sobre la participación de los imputados.
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