Un hecho de inusitada violencia se registró durante el fin de semana, en Caleta Olivia, y dos jóvenes vivieron un momento de terror, cuando fueron apuntados con un arma de fuego.
El caso de inseguridad tuvo lugar en el barrio Jardín de la ciudad de El Gorosito y tiene como damnificados a un hombre y a una mujer, mayores de edad, que fueron abordados por unos delincuentes que se movilizaban a bordo de un Ford Focus gris.
Las víctimas estaban caminando por el barrio antes mencionado cuando se percataron que eran seguidos por un auto. Ellos, cerca del Estadio Municipal, ubicado en calle Los Pinos y Jujuy, se dieron cuenta de que el Focus había dado vueltas por la zona.
Apenas segundos después, en la esquina de las calles Puerto Argentino y Las Margaritas fue cuando ocurrió el asalto. El auto estacionó delante de ellos y del mismo bajaron dos hombres encapuchados. Uno de ellos portaba un arma de fuego, indicó luego el hombre damnificado a las autoridades policiales, cuando radicó la denuncia.
El ladrón que portaba el arma de fuego estaba fuera de si. En un momento dado, empujó a la joven y la hizo caer al suelo. Lejos de que la situación termine allí, la apuntó por la espalda mientras le pedía al damnificado sus pertenencias, amenazando que dispararía a su amiga.
Los malvivientes se alzaron con un pobre botín, sólo las pertenencias de las víctimas: un teléfono de alta gama, el Documento Nacional de Identidad de uno de los jóvenes y un manojo de llaves. Se subieron al Focus con rumbo desconocido.
La denuncia fue radicada por el damnificado momentos después. Sólo pudo aportar el color del Ford Focus, no así la identidad de los delincuentes, primero porque estaban encapuchados y porque el rodado tenía sus vidrios polarizados.
Esto no desalentó a las autoridades policiales y comenzaron con las averiguaciones para dar con los acusados. Mientras que los agentes del área de Criminalística realizaron las diligencias de rigor en la esquina donde ocurrió el hecho, efectivos de la Dirección de Investigaciones (DDI) secuestraron cámaras de seguridad de la remisería “8 de Julio”, ubicadas a unos pocos metros que podrían haber registrado, tanto el momento del hecho, como la posterior huida de los ladrones
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