Natalia Arévalo vive en Caleta Olivia y que se encuentra en la etapa final de su lucha contra el cáncer de mama. Destacó la importancia del diagnóstico a tiempo para poder afrontar la enfermedad.
Mediante un chequeo anual, en el año 2018 descubrió que lo tenía e inmediatamente comenzó un extenso tratamiento que, al día de hoy, le permite llevar una vida completamente normal.

“Lo mío fue un control anual. Ya tenía 57 años y una vez al año me hacía una mamografía; esa vez me la hice en el Hospital Zonal. Como me salió que tenía un quistecito y yo no tenía dolor, ni cambio en la mama, me fui a Comodoro”, relató al respecto.

Ante este panorama, la mujer determinó seguir su diagnóstico en esa ciudad chubutense y la mastóloga Dra. Cimato, fue quien confirmó mediante una biopsia que se trataba de cáncer de mama.
“Nunca había tenido un chequeo con nada malo, todo era normal y se me da esto, tenía un tumorcito justo en el pezón. Era muy chiquito, pero salió que era maligno. Me operaron en el Hospital Regional” dijo la mujer.

Detección a tiempo

Natalia Arévalo, tiene 3 hijos que la acompañan en esta lucha que es permanente. Según lo informado a La Opinión Zona Norte, ella se convirtió en un ejemplo de perseverancia y voluntad para muchas mujeres.
“Es el mes de concientización para que todas las mujeres se hagan una mamografía. Yo desperté eso en muchas amigas, mis hijas, mi hermana y familiares a las que prácticamente las incentivé y también les exigí que se la hagan”, contó.

Paralelamente, Natalia dio a conocer algunos detalles de su tratamiento. Luego de ser intervenida quirúrgicamente, se sometió a 4 sesiones de quimioterapia, precisamente a “las más fuertes que les hacen a las mujeres” y, en este caso, a Naty le permitió continuar con radioterapia.
En enero del año 2020, ella se sometió a rayos en la localidad vecina de Comodoro Rivadavia, dado que debía recibir dicho tratamiento de lunes a viernes.

Se convirtió en un ejemplo para muchas mujeres que atraviesan la enfermedad

Actualmente se encuentra en la “etapa del tratamiento con quimio oral, que es la más suave”. Asimismo, enfatizó que es importante realizar actividades y “seguir adelante. Comer sano, hacer ejercicio o alguna terapia, como caminar o hacer yoga”.

“Es un antes y un después”

Enterarse que hay cáncer en nuestro cuerpo es una experiencia sumamente difícil. En este sentido, Natalia indicó que “es un antes y un después. Es como que te bloquea y estás mirando una película, que no es tuya, que no sos vos el que recibe ese diagnóstico. Es duro, pero se puede. A mi lo que me fortaleció, fue la fe, es creer en Dios”, adujo Natalia.

Ella en su primera quimioterapia perdió su cabello, y si bien se trata de un pasar muy duro, esto le permitió encontrar un punto sumamente positivo, porque pudo acercarse a personas con su misma situación. En este caso, Naty se incorporó a Venidici, la ONG que actualmente contiene a 20 pacientes oncológicos.
“Fue la mejor puerta que abrí. Después de ese diagnóstico lo que hice fue ir a Venidici. Mi hija mayor me contó que había un lugar donde hacían pelucas. Con la primera quimio a los 15 días se te cae el cabello, para una mujer es algo feo, hay mujeres que se deprimen”, sostuvo al respecto.

Esta ONG contuvo a Natalia, la asesoraron al elegir una peluca y “sin conocerlas era como que las conocía de toda la vida, eso es lo más bonito. Sentí que las conocía de años y eso es lo que te hace seguir adelante”, indicó.
Por último, Natalia, dejó un emotivo mensaje a quienes están padeciendo la enfermedad y concluyó que “es duro, pero se puede. Vos le tenés que dar pelea a esta batalla y la ganás, porque creo que hay un poderoso que tiene un propósito”.

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