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Un brutal crimen conmovió a la ciudad bonaerense y la captura del homicida puso fin a una fuga que buscaba llevarlo a la lejana Caleta Olivia.
Bahía Blanca se encuentra en estado de conmoción tras un hecho violento que dejó como saldo la muerte de un jubilado y la brutal agresión a su esposa. El principal sospechoso del crimen, Jonathan Arroyo, de 43 años, fue capturado mientras intentaba escapar hacia la Patagonia. El hombre tenía en su poder un pasaje con destino a Caleta Olivia.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, el trágico suceso tuvo lugar en la madrugada del pasado sábado, cuando Arroyo, quien era inquilino de las víctimas, acudió al domicilio de Máximo Bocci, de 75 años, en la calle Mendoza al 1200, en el barrio Mariano Moreno de Bahía Blanca. Allí, en un ataque descontrolado, golpeó al anciano hasta matarlo y dejó a su esposa con una fractura de mandíbula.
La autopsia reveló detalles escalofriantes sobre la muerte de Bocci: el jubilado sufrió múltiples golpes en la cabeza, además de presentar marcas de compresión en el cuello que le provocaron la fractura de la laringe e insuficiencia respiratoria. El ensañamiento fue brutal, y el móvil aún se está investigando en profundidad.
El hallazgo del cuerpo fue precedido por una llamada desesperada a la policía. Al llegar al lugar, los oficiales encontraron a la esposa de la víctima en estado de shock, con heridas visibles en el rostro y sin memoria clara de los momentos anteriores. El equipo médico que llegó posteriormente confirmó el deceso del jubilado.
Tras el crimen, Arroyo se dio a la fuga. Durante el domingo, los agentes de la Policía lograron ubicarlo en el kilómetro 714 de la ruta 3, aún dentro del partido de Bahía Blanca. El detenido tenía un boleto en su poder para viajar a Caleta Olivia. Sin embargo, la rápida acción policial frustró sus planes, y fue trasladado de inmediato a la sede de la DDI de Bahía Blanca.
Los investigadores llevaron a cabo allanamientos tanto en la vivienda del sospechoso, ubicada en Emilio Rosas al 200, como en la de su hermano. Allí encontraron pruebas clave: un vehículo con restos de tejido sanguíneo y varios teléfonos celulares que fueron secuestrados para su análisis.
Actualmente, el caso está en manos de la fiscal Lorelei Liberati, titular de la UFI N°5 de Bahía Blanca, quien ya adelantó que se trata de una investigación por homicidio agravado
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