Todos los días la gente que se encuentra privada de su libertad busca forma de esconder elementos que podrían serles sacados por agentes penitenciarios o hasta por sus propios “compañeros” de celda.
Estos objetos, en muchas oportunidades, podrían generar un conflicto que afectara la paz social dentro de las cárceles o permitir que los presos cometieran nuevos delitos, como por ejemplo el de estafas telefónicas o amedrentar a víctimas de los hechos por los que se encuentran tras las rejas.
Por eso, de manera periódica, los agentes que velan por las resoluciones judiciales irrumpen en los pabellones al grito de “requisa” para que los detenidos se aparten y puedan ser trasladados a otro lugar mientras se revisa cada uno de los rincones.
Tal como lo ha informado La Opinión Austral, de un tiempo a esta parte los reos buscan cualquier recoveco para esconder objetos, como pasó en la Alcaidía N° 1 de Río Gallegos, donde, valiéndose de un pequeño agujero en una pared, colocaron ahí algo de marihuana y un celular.
En esta oportunidad, el personal de la Alcaidía Zona Norte, junto con la Dirección General de Establecimientos Penitenciarios, realizó una inspección pormenorizada de la prisión.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, los agentes encontraron un teléfono celular con acceso a internet -algo no permitido para los detenidos- escondido en una media, todo dentro de un televisor que estaba en desuso.
En el mismo sentido, los penitenciarios encontraron un arma de fabricación casera. La “faca” hallada era de grandes dimensiones, estaba envuelta en una tela blanca y estaba oculta dentro de un cofre.
Ambos elementos fueron incautados y se hicieron las actuaciones correspondientes, con el fin de mantener la paz dentro del establecimiento. Desde el SPP indicaron que se continúa trabajando para garantizar el orden y la seguridad penitenciaria
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