Your browser doesn’t support HTML5 audio
La escena, digna de una película de acción, tuvo como protagonistas al personal especializado de la Fuerza, un helicóptero y un avión de apoyo, que surcaron el cielo patagónico para llegar al “Pedrito”, un buque de bandera argentina que se encontraba operando en aguas del Atlántico Sur. La alerta había sido emitida por el propio capitán del barco, quien a través de una comunicación radioeléctrica informó que uno de sus tripulantes presentaba un intenso dolor epigástrico, acompañado de vómitos y mareos, signos clínicos que encendieron las alarmas médicas.
Ante la gravedad del cuadro, y siguiendo los protocolos sanitarios establecidos para este tipo de situaciones en alta mar, los médicos de Prefectura determinaron la necesidad de un desembarco urgente. El diagnóstico presuntivo —“dolor abdominal de etiología a determinar”— requería atención hospitalaria inmediata, por lo que se ordenó el despliegue aéreo de emergencia.
La intervención no fue sencilla. El operativo demandó un alto grado de coordinación entre la tripulación del helicóptero, los equipos de rescate y el personal a bordo del buque pesquero. Al llegar a la zona, y con condiciones marítimas propias del invierno, se realizó el descenso controlado de una canasta sanitaria, mediante la cual se logró izar al joven desde la cubierta del navío hasta el helicóptero.
Desde allí, la aeronave voló rumbo al aeropuerto de Trelew, donde ya lo esperaba una ambulancia para su derivación inmediata al hospital local. Según fuentes médicas, el paciente se encuentra actualmente internado y en observación, mientras se le realizan estudios para determinar con precisión el origen del cuadro clínico.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario