La inteligencia articial (AI) de Google ha tenido un gran crecimiento en los últimos años, en especial en el tema de mejorar la calidad de las imágenes, a tal punto de que ha demostrado tener capacidad para transformar una imagen pixelada en otra de alta resolución.
Hoy en día, el modelo de aprendizaje automático de Google tiene la capacidad para tomar una foto que casi no tenga resolución y transformarla en otra que exhiba detalles sumamente exclusivos.
El proceso con inteligencia artificial se inicia cuando el sistema toma como entrada una imagen de baja resolución y a partir de ahí construye una imagen de alta resolución por su cuenta. Para lograrlo, Google ha entrenado a la IA para bajar la resolución de las imágenes y hacerlas extremadamente pixeladas. A partir de ahí “aprende a revertir este proceso, comenzando por el ruido puro y eliminando progresivamente el ruido para alcanzar una distribución objetivo a través de la guía de la imagen de entrada de baja resolución”.
Con este método, Google consigue mejorar especialmente las fotos de personas, pero con una segunda IA es capaz de escalar aún más las fotografías. De resoluciones de 32 x 32 px es capaz de llegar hasta a 1024 x 1024 px. Para esto primero las transforma a 64 x 64 px y toma esa nueva fotografía como referencia para subir a 128 x 128 px, luego el proceso de nuevo y así hasta la resolución deseada.
Pero como no existen los procesos perfectos, el método seleccionado por Google puede tener unos mínimos errores pero las fotografías pueden pasar por reales. De tal forma que si no se conoce el contexto de las fotografías, una persona que no domine estos métodos no identificará que se trata de imágenes escaladas mediante una IA.
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