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Los constantes tiroteos registrados en el barrio 30 de Octubre, también conocido como “Las 1008” en Comodoro Rivadavia, llevaron a los residentes, motivados por la indignación y el temor que generan estos episodios, a exigir respuestas a las autoridades.

Los últimos enfrentamientos en el barrio, con múltiples disparos en los sectores 7 y 8, dejaron a dos personas heridas. Una de ellas, un hombre mayor de 50 años, está internado sin riesgo de vida en el Hospital Regional.

En este contexto, un grupo de familias afectadas por los disparos de la última semana se reunió en busca de respuestas. Exigen detenciones y piden que “saquen” a los responsables de las balaceras en el lugar, a quienes acusan de usurpadores.

Uno de los vecinos habló sobre la violencia que padecen en su comunidad en diálogo con ADNSUR: “Acá se estaba viviendo bien hasta que apareció esa familia, ese es el grave problema”, aseguró.

En ese sentido, explico que “fui a adjudicado al departamento en el año 82′, es de mi propiedad. Hace dos o tres años hará que vinieron los malvivientes de ese departamento. Viven en pedo, hacen lo que se les canta ahí. No se puede vivir”.

De acuerdo al hombre, “los tipos andan a los tiros, no les importa tres carajos. Lo único que queremos es que se vayan de ahí. No son dueños, que muestren los documentos de que tienen papeles, usurparon, están colgados de la luz, del gas, no pagan impuestos”.

Otro de los presentes en el sitio remarcó que “con ese tipo tuvimos problemas el día sábado. Llegamos con mi señora de comprar y estaba todo sucio, habían dos perros afuera que son de ellos. Yo le había dicho ‘entren los perros, cuiden, limpien”.

En ese mismo sentido, denunció: “Al rato aparecen con botellas de vino. Tuvimos una discusión y después pasó esto. Pero nosotros queremos que lo saquen porque son malos vecinos” y afirmó que roban cubiertas, pintura y “las salen a vender”.

El hombre también se refirió a una angustiante situación en relación con la asistencia policial: “Yo llamé a la Comisaría Quinta y no contestaba, llamé a la tercera y tampoco atendían. Llamó al Comando Radioeléctrico y lo primero que le digo es que hay una balacera tremenda”.

Por esta razón, cuestionó: “‘¿Cuál es su apellido? Pidiéndome los datos a mí, le digo ’escúchame, qué crees que te pase la filmación de lo que está pasando?’. Si vos llamás a la policía y te estoy diciendo que hay una balacera tremenda, es porque yo estoy fondeado”.

“Los nenes están traumados”

En tanto, el padre del primer joven herido el pasado lunes en el barrio 30 de Octubre recordó este tenso momento en comunicación con el mencionado portal: “Salió mi hijo el mayor, mi hija, salimos todo a buscar a mi hijo y los pibes que salieron son amigos de mis hijos”.

Reclamó con angustia que “a mí me dio bronca ayer, porque yo esperé que se lo lleven y el tipo después salió cagándose de risa mirando para todos lados, como diciendo ‘acá estoy’. Imagínense mis vecinos, que tuvieron que meterse adentro del baño para no recibir un proyectil y tirarse el pecho al piso abajo de la mesa cuando estaban cenando”.

A propósito del panorama actual del sector, expresó: “Los nenes están traumados, no pueden dormir tranquilos de noche, no pueden salir a jugar. Tengo el departamento de un vecino que era una guardería el lunes a la noche, tenía más de 15 nenes del barrio asustados llorando”, y agregó, “la vecina tenía que estar mandando mensajes ‘vengan a buscar los nenes, porque están acá’”.

Subrayó que “nosotros que somos vecinos no queremos esto. Yo pido seguridad, quiero que se vayan. Esto no pasaba, yo llevo 8 años en el barrio y nunca pasó esto. El lunes fue una batalla campal con más de 45 detonaciones”.

En cuanto al estado de salud de su hijo, mencionó: “Le dieron el alta y me lo traje a casa el mismo lunes a las 1 de la mañana salimos del hospital. Mi hijo llegaba de trabajar, estaba haciendo una changuita y venía a visitarnos, como hace todas las semanas”.

Lamentó que “me lo hirieron, es un jugador de fútbol, juega para el club Usma, ahora con esto él lo primero que dijo fue ‘papá no voy a poder jugar nunca más al fútbol, no?”. Afortunadamente, el disparo no tocó ningún hueso”, al tiempo que subrayó: “Lo hirieron a la altura del tobillo. Los médicos me dijeron que no hay gravedad de la herida, hay que esperar, pero igual la molestia, el dolor lo sigue teniendo. Fue algo horrible”.

 

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