Un caso insólito conmocionó a la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Chubut, donde un hombre que había desaparecido hace 30 años fue encontrado vivo y con una nueva vida en General Conesa, en Río Negro. Se trata de Adolfo Enrique Sandoval Farías, un técnico electrónico de nacionalidad chilena, que salió a comprar cigarrillos una noche de febrero de 1993 y nunca regresó a su casa.

Su exesposa, Nelci Isabel, lo denunció como desaparecido ante la policía, que inició una búsqueda infructuosa. Meses después, también desapareció el hijo adolescente del hombre, de quien tampoco se supo nada más.

FOTO: DIARIO CRÓNICA

La investigación se reactivó recientemente, cuando la Brigada de Búsqueda de Personas de Comodoro Rivadavia, a cargo de Daniela Millatruz, recibió una pista de que Sandoval Farías podría estar viviendo en General Conesa. El miércoles 20 de septiembre, una comisión policial se dirigió hacia esa localidad y llegó hasta una dirección donde supuestamente residía el hombre.

Para sorpresa de los efectivos, el hombre les abrió la puerta de su casa y confirmó su identidad. Según relató, se había ido de Comodoro Rivadavia por una serie de diferencias con su exesposa y porque “estaba cansado”. Solo se llevó su campera y dejó atrás todo lo demás.

El hombre accedió voluntariamente a que le tomaran las huellas dactilares en una comisaría de Conesa y luego regresó a su hogar. La policía no pudo dar con el paradero de su hijo desaparecido.

El caso generó asombro e indignación entre los vecinos de Comodoro Rivadavia, que se preguntan cómo pudo haberse escapado así de su familia y cómo vivió durante tantos años sin ser detectado.

Leé más notas de La Opinión Austral