El intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, ratificó su postura en contra de que las empresas petroleras abandonen yacimientos, sin hacerse cargo de las consecuencias que ello trae aparejado.
Lo anunció al asumir como jefe comunal y ahora su palabra pasó al hecho, a través del proyecto de ordenanza para regular las pasivos ambientales que tomará estado parlamentario este jueves en el Concejo Deliberante.
Son 18 artículos de una norma que tiene como uno de sus puntos más destacados la creación de un Registro Municipal de Pasivos Ambientales de la Industria Hidrocarburífera. A través de la misma, las empresas deberán presentar en un plazo de 90 días el Plan Tentativo de saneamiento, restauración y/o monitoreo, que inevitablemente deberá ser aprobado, observado o rechazado formalmente por la autoridad de aplicación.
“YPF fue el parámetro de que algo no estaba bien, pero no es la única empresa que busca hacer lo que quiere, como si fuéramos una colonia con ciudadanos de segunda. Acá tenemos derechos y es justo y lógico que así como explotaron nuestros recursos durante años, cuando pretenden irse, se ocupen de dejar todo en condiciones”, sostuvo Macharashvili en las últimas horas.
Por otra parte, valoró que en el proyecto de ordenanza elevado desde el Poder Ejecutivo también se contemplan otros aspectos, como el fortalecimiento de las empresas locales. Es que en el artículo 16 se establece que las petroleras deberán priorizar la contratación de los servicios de empresas radicadas en el territorio provincial, posibilitando de esta manera un desarrollo “equilibrado y sustentable” de la actividad hidrocarburífera.
Un control más estricto y sanciones más severas a las operadoras que no cumplan con el saneamiento es el principal motivo de la norma, pero se procura que a través del mismo se creen condiciones para otros beneficios socio-económicos en la región.
El intendente recordó que “existen más de 4 mil pozos dentro del ejido urbano generando radios de seguridad que, en el desarrollo urbanístico, provoca restricciones a los lotes lindantes, impidiéndole a los vecinos tener servicios como el gas”.
En ese sentido, la ordenanza se basa en cuatro ejes principales: define claramente qué es el pasivo ambiental; establece las responsabilidades sobre los mismo; crea el Registro Municipal de Pasivos Ambientales; y modifica el concepto de pasivo ambiental.
El proyecto admite que después de 116 años de explotación, se carece de conocimiento a ciencia cierta acerca de cuáles son los pasivos existentes dentro de la ciudad, por lo que los relevamientos “nos brindarán los conocimientos suficientes para determinar las acciones que deban tomar tanto YPF como el resto de las operadoras”.
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