El coronavirus afectó a los trabajadores autónomos. Uno de los casos más significativos son los transportistas escolares. El rubro no sabe cuándo volverá a trabajar y sus cuentas son cada vez más rojas, a tal punto que muchos no saben cómo llevar el día a día.

Esto llevó a que muchos comenzaran a vender sus unidades para poder afrontar los gastos diarios. Elizabeth Ingram, vocera del sector, explicó que se les pidió a los concejales una eximición del pago de impuestos ya que saben que este año no podrán volver a trabajar.

“No hay trabajo para nosotros. Muchos se tuvieron que reinventar. Algunos venden papas y huevos. Otros tienen que hacer delivery, pero más de 90 pesos no podés llegar a cobrar y esto hace que no sea rentable. No podés mover semejante capital para hacer el delivery”, destacó la vocera.

“Sabemos bien que la actividad nuestra no va a arrancar este año. Le agradecemos al municipio porque nos han dado bolsones de alimentos para quienes están en una situación más crítica. Hacemos los viajes de las personas que están volviendo a Comodoro, pero es una vez cada tanto y lo que se gana es para un día. Por eso pedimos que nos ayuden, porque seguimos endeudados”, afirmó.

Ingram detalló que el pago de una patente está entre 2.500 y 3.000 pesos. “Hay mucha gente que está pagando la camioneta. La situación nuestra es crítica y estamos esperando que nos contesten los concejales”, subrayó.

“Entregamos un protocolo a la Municipalidad para saber cómo sería el traslado de los niños, pero esto está todo parado porque es fecha incierta la nuestra. Como está la situación y por lo que vemos, este año es perdido. Y si empezamos a trabajar, sabemos que trabajaremos a pérdida porque una camioneta que tiene 19 asientos no puede llevar esa totalidad, sino a 9. Tenés que poner un capital en la calle donde hay que pagar desinfecciones y patentes, entre otras cosas, y no nos alcanza. Nuestra actividad está complicada. Son 70 familias afectadas a este problema”, afirmó Ingram.

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