El pasado viernes, el comedor comunitario Mirella, del barrio Las Flores, cumplió 29 años de trabajo y solidaridad. Norma Angulo, es hija de Mirella, fundadora del espacio, y hoy en un contexto difícil por la pandemia, resaltó el trabajo diario que cada vez es más arduo.

“La situación que atravesamos actualmente acá, es la misma que se vive en todos lados. La necesidad de la gente que se encuentra sin trabajo, porque con esta pandemia han perdido sus puestos laborales. Por ello nuestra labor diaria es cada vez más ardua, tratando de darle comida a todos los que necesitan”, dijo.

Actualmente asisten a 150 familias. “Cada uno de ellos se acerca al comedor con una fuente y una bolsa para llevar el pan y si tenemos fruta también se les aporta. A esto se le suma la entrega de bolsones de alimentos semanalmente, con leche, azúcar, fideos y arroz”.

Puntualizó que “lamentablemente estas necesidades se han aumentado con el COVID-19. Antes que comience esto asistíamos solamente a 60 personas y ahora el número se multiplicó. La necesidad es extrema”.

Norma Angulo recordó los comienzos del comedor y señaló: “Mi madre fue la que inició todo esto, siendo el primer comedor comunitario que hubo en Comodoro. Ella empezó con 7 niños, a la semana eran 15 y así el número fue creciendo cada vez más. Cuando nos dimos cuenta, los alimentos no alcanzaban y comenzamos a pedir colaboración”.

Agradeció a la comunidad por la colaboración constante. Aquellos que se quieran comunicar con el comedor pueden hacerlo a través de los teléfonos 297-4181394 o 4443030. También pueden dirigirse a Huergo 2380 y estamos necesitando lentejas, condimentos, caldos, aceite, puré de tomate y artículos de limpieza”, concluyó.

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