Este 1° de enero, un vecino del barrio Malvinas Argentinas de Comodoro Rivadavia se encontraba asando un cordero patagónico “al palo”, como tradicionalmente se suele hacer para celebrar las festividades de fin de año. Sin embargo, lo que parecía ser una jornada sin sobresaltos, tuvo un impensado desenlace cuando el hombre encontró una serpiente venenosa.
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La reacción del asador fue aislarla rápidamente y la introdujo dentro de un bidón de agua de 20 litros completamente vacío, con el fin de que no pudiera morder a nadie. El reptil venenoso es una “Yarará Ñata“, una especie de serpiente endémica de la Argentina y que habita predominantemente en los pastizales de La Pampa, sin embargo pueden encontrarse desde Salta hasta Santa Cruz. Este animal no suele sobrepasar los 70 cm de largo y tienen un diámetro de 2 cm aproximadamente, así como la nariz (de pequeño tamaño) hacia arriba. Además, presentan dibujos con cuadrículas alternadas en su dorso, de color castaño oscuro, sobre fondo claro.
Pese a la creencia de muchas personas, no es una especie agresiva. No obstante, debido a su camuflaje existen altas probabilidades de “encuentros no deseados” con humanos, lo que eventualmente puede desencadenar una mordedura.
¿Qué hacer y qué no hacer ante una mordedura de serpiente?
Existe un protocolo de actuación que se debe seguir en caso de mordedura de una serpiente:
- No intentar capturar ni cazar a la serpiente.
- Retirar toda prenda o accesorio en la zona afectada, que pueda impedir la distensión del edema.
- Permanecer en reposo y tomar agua.
- No son recomendables las maniobras tales como laceraciones, succión del veneno o torniquetes.
- Recurrir al centro asistencial más cercano.
- La víctima debe moverse lo mínimo para evitar la circulación del veneno por el cuerpo.
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