La decisión de YPF de dejar Comodoro Rivadavia se anunció apenas asumió el nuevo gobierno nacional y de inmediato se expresó en la ciudad las consecuencias negativas que ello implicaría, como la responsabilidad que le cabe por el pasivo ambiental.
El intendente Othar Macharashvili ratificó en estas horas su decisión de defender los derechos de quienes se vean afectados en aspectos socio-económicos por dicha medida.
“Además de los más de 2.000 puestos de trabajo que se perderán en las empresas que hoy son contratistas de YPF, o que se desempeñan en tareas indirectamente relacionadas con su actividad, hay que considerar que habrá menos circulante en la ciudad, afectando al comercio local y a otras actividades que siempre se movieron al compás de los sueldos petroleros. Por ejemplo, albañiles particulares, jardineros, taxistas. Siempre YPF fue motor en ese sentido, aún por menor que fuera el ritmo en sus yacimientos, como venía ocurriendo en los últimos años”, dijo Macharashvili.
En ese sentido, el jefe comunal proyecta aunar criterios con referentes sindicales que también vienen marcando las consecuencias que traerá el abandono de la petrolera estatal de la región que solo mantendrá el yacimiento de Manantiales Behr, dado que centrará su actividad en Vaca Muerta, Neuquén.
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