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La Prefectura Naval Argentina llevó a cabo un dramático rescate aéreo para salvar a un tripulante que sufrió un severo traumatismo de cráneo tras un accidente a bordo de un buque mercante en aguas cercanas a Comodoro Rivadavia. La operación se realizó en medio de condiciones climáticas adversas, con fuertes vientos y olas de gran magnitud.
Un rescate en condiciones extremas
El incidente ocurrió el pasado sábado 8 de febrero, cuando el personal de Prefectura recibió una alerta sobre un tripulante herido en el buque mercante Varamo. Tras una consulta médica por radio, se determinó que el hombre, quien había recibido un fuerte golpe en la cabeza por una cadena, necesitaba ser evacuado de urgencia.
Ante la gravedad de la situación, desde la base aérea de Comodoro Rivadavia despegó un helicóptero con un equipo de rescatistas especializados, acompañado por el avión PA-73 para brindar apoyo logístico. A pesar de los vientos huracanados y el mar agitado, la tripulación logró ejecutar una maniobra de aeroevacuación de extrema precisión, estabilizando al herido antes de trasladarlo a un centro médico.
La historia del Capitán Tarapow
El tripulante rescatado fue identificado como el Capitán de Fragata (RE) Guillermo Tarapow, un experimentado marino y perito naval con una vasta trayectoria en la navegación fluvial y oceánica. Tarapow, quien se desempeñaba como verificador de remolque en el Varamo, sufrió la fractura cuando su silla de comando se desprendió debido a los violentos movimientos del buque, provocados por olas de hasta cinco metros y vientos de 60 nudos.
La emergencia fue reportada a la Prefectura Naval Argentina, que de inmediato puso en marcha el operativo de rescate. A su llegada al hospital, Tarapow ingresó en estado crítico y actualmente se encuentra bajo monitoreo intensivo.
Un legado de valentía y polémica
El Capitán Tarapow es recordado por su valentía en el incendio del rompehielos ARA Irízar en 2007. En aquella ocasión, dirigió la evacuación de 241 tripulantes tras un incendio en la sala de generadores, asegurando que todos fueran rescatados sanos y salvos antes de abandonar él mismo la embarcación.
Durante este episodio, Tarapow, quien era el capitán de la nave, desobedeció las órdenes de sus superiores, entre ellos el capitán de navío Alejandro Losada y el jefe del Estado Mayor General de la Armada, Jorge Omar Godoy, quienes le indicaron que abandonara el barco. En lugar de acatar la orden, Tarapow permaneció a bordo del Irizar.
Como resultado de esta desobediencia, Tarapow se enfrentó a dos posibles destinos dentro de la fuerza: un consejo de guerra o solicitar su pase a retiro. Optó por esta última opción, aunque su decisión fue vista con reservas. El incidente, en el cual se le había presentado como un “héroe” por los medios de comunicación, generó una controversia interna.
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