Agustina Sosa, que tiene 91 años y vive en Comodoro Rivadavia, había estado asustada. Se contagió en el  último mes de Covid-19 junto a toda su familia. “Yo pensé que ahora me iba agarrar algo fuerte y me iba a ir, pero no. Significa que estoy bien de salud, no he tenido vicios“, dijo la abuela.

 

Primero se contagió su hija y luego comenzó a sentir  síntomas. “Estaba bastante embromada mi hija. Después  empecé a sentir los síntomas  y también los chicos. Mi hija llamó al PAMI y me recetaron los remedios que me hicieron muy bien. Paracetamol y Tafirol. Lo tenía que tomar en ayunas y con esos remedios no tuve dolores. Antes de los remedios sí. Tenía dolor de cuerpo y no tenía gusto, que recién ahora lo estoy recuperando“, contó Sosa a ADNSur.

 

Agustina Sosa junto a su nieto. FOTO: ADNSUR

 

Aunque suene increíble, Sosa contó que no estuvo ningún día en cama debido al Covid-19. “A lo largo de 90 años viví y viví bien. Ya no importa cuánto pueda vivir, cuando me toque, me toque“, expresó la mujer, cuya historia conmueve a la comunidad.

 

La chubutense, que nació en Trelew y se fue a los 10 años junto a sus padres a Comodoro Rivadavia, trabajó durante una etapa extensa de su vida entre relojes, cuerdas y segundos. Le ganó al Covid-19 y al tiempo.

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