No te exageramos absolutamente nada si te decimos que las carreras de caballos pueden ser uno de los deportes más antiguos de la humanidad. Al ser humano siempre le ha fascinado la velocidad y tener la habilidad necesaria para controlar a unos animales tan nobles como los caballos. Vamos a ver más a fondo su historia.
Unos orígenes muy remotos
Aunque no esté nada claro, se cree que las primeras carreras con estos animales tuvieron lugar hace unos 6000 años, por lo que ha pasado mucho tiempo has que se han convertido en uno de los deportes favoritos de cualquier casa de apuestas.
Lo que sí que se puede rastrear fácilmente son las primeras evidencias escritas acerca de este deporte. Estas datan del 1400 a. C. cuando los hititas empezaron a grabar en sus tablillas las hazañas de los corredores que competían. Desde este pueblo de Oriente Medio, las carreras darían el salto a todo el mundo civilizado y se extenderían hacía Egipto, Siria, Babilonia, Grecia y, posteriormente, la misma Roma.
Sin duda, en todos estos lugares pudieron descubrir la magia y la emoción que tiene esta competición. Los griegos clásicos incluían la disciplina en sus antiguos juegos olímpicos y para los romanos eran de los espectáculos más celebrados por su vistosidad y competitividad.
La historia hasta nuestros días
Tras la caída del Imperio Romano, lo cierto es que las carreras pasaron a ser un deporte privado de los nobles. No desaparecieron en absoluto, pero el ser humano sencillo y pobre no podía acceder al espectáculo como sí se había podido hacer en épocas anteriores.
Los nobles de toda Europa competían simplemente por prestigio, lo que está muy alejado de los actuales profesionales de las carreras de caballos que se ganan la vida con ello. Lo que es muy importante en esta época es comprender que se empezaron a cruzar diferentes razas de equinos para mejorar la velocidad y la capacidad de competir. Muchas de estas razas son hoy las más valoradas y pocos saben que su origen está justo en este momento.
Hoy, uno de los países en los que las carreras de caballos se siguen con más atención es Inglaterra. Esto se debe al esfuerzo de Carlos II en el siglo XVII por popularizar el deporte creando un circuito llamado Newmarket. Posteriormente, el siglo XVIII vería nacer el Jockey Club, el primer organismo encargado de regular las normas de las carreras de caballos.
A partir de ese momento, la competición volvió a hacerse popular entre las masas que ahora podían apostar directamente y que tenían un reglamento en el que comprobar si la competición se desarrollaba de forma legal o si se estaba manipulando.
Y así ha seguido hasta nuestros días. Ahora mismo, existen muchos tipos diferentes de estas carreras y la afición en casi todo el mundo es enorme, por lo que es normal que sus grandes eventos estén siempre repletos de un público muy numeroso.
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