La Comuna también recordó aquellas épocas en que cientos de vecinos y vecinas aprovechaban las lagunas congeladas para divertirse, pero advierte que el clima cambió y que ahora el hielo en superficie no es suficiente para aguantar el peso de las personas.
Por todo ello, y para evitar malos ratos y posibles lesiones en niños y adultos, insistieron en solicitar a los habitantes de la ciudad que no realicen ninguna actividad en las lagunas urbanas y espejos de agua.

“No es capricho”

Días atrás, Yamile Cortés, responsable de la Agencia Ambiental del Municipio, advirtió a La Opinión Austral sobre la peligrosidad de la práctica.
Sostuvo que no se trata de “una cuestión de capricho” y explicó que “desde la Municipalidad no es que queremos cortar la felicidad que da esto de salir, sino que no queremos que le pase algo a nadie”.
Para concluir, indicó que “es algo que indicamos netamente por seguridad de niños y adultos”.

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