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En el Salón de Usos Múltiples de la Facultad Regional Santa Cruz de la UTN se realizó la exposición de los trabajos de 50 alumnas y alumnos que asisten al Taller de Mosaico, dictado por Malena Ferraro y Luciana Peraggini.
“Estamos compartiendo el trabajo individual y el trabajo colectivo, van tres meses del ciclo creativo de arte en mosaico. Hay unas 128 obras individuales y dos grandes colectivas, un mural lo mostramos acá, pero al otro todavía lo estamos trabajando así que próximamente saldrá a la luz”, manifestó Malena Ferraro a La Opinión Austral.
“Nos sorprendió la cantidad de gente que se inscribió y perduró en el tiempo”, subrayó Peraggini y afirmó que “estuvo buenísimo porque se fue generando un grupo muy colaborativo. No estamos tan acostumbrados a trabajar en equipo. Agradecemos a la Facultad que nos brindó el espacio y reivindica esta cultura artística. Todos estos lazos que fuimos construyendo, espero que prosperen en Gallegos haciendo obras en los espacios públicos. Es hermoso lo que se está generando“.
Con respecto a los materiales, Ferraro explicó que “se trabaja principalmente con azulejos y cerámicos, pero también utilizamos mucho reciclado, cerámica reciclada, vidrio, plástico, collares, vidrio pintado o de botella, utilizamos muchos materiales. Lo que tiene el mosaico es que es una técnica súper versátil que se adapta a cualquier superficie, tanto a un objeto curvo como a uno plano”.
“Fue maravilloso trabajar con y para la gente que pueda aprender esto y aprender también a expresarse, a encontrar vínculos donde poder generar una red creativa y social. No es solo la parte técnica y creativa, también está la unión, el disfrute, respetar los ritmos creativos y gustos”, acotó.
“Estoy agradecida y espero que estos espacios se generen en todos los tipos de arte que existen, trabajar en Gallegos con nuestra gente, para la gente y en nuestro lugar“, manifestó Peraggini.
Desde el taller
“No tenía conocimientos previos, todo lo hacía en forma autodidacta, me gusta la artesanía, el arte y gracias a Malena pude lograr todas estas obras”, contó Horacio Romero, uno de los alumnos.
Además, valoró que el aprendizaje “se fusiona con la posibilidad de juntarse con la gente y conversar. Me gusta y espero que se sumen más personas a este tipo de actividades”.
“Todos los trabajos me costaron un poquito”, reconoció y mencionó que el picassiette del gallo “fue al que más actividad le tuve que poner, había que tener textura y ritmo en la colocación de las piezas. Gracias a Malena, logré terminarlos”, valoró.
Cerrando, recordó: “Nos falta terminar el mural colectivo que vamos a colocar en la puerta de la universidad, ya hicimos uno que se va a colocar en la parte interna, este va a ser la obra maestra y va a quedar de manera permanente, todos van a pasar y observar cada una de las piecitas que colocamos“.
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