La caída de recursos provocada por la recesión imperante se hizo notar fuerte en la recaudación fiscal. En particular el mes de mayo fue uno de los más complicados, al reflejar el cierre total que tuvo la actividad económica que se dio durante el mes de abril.

Sin embargo, la lenta recuperación de algunas economías regionales, sumado a que la propia recesión colaboró para que la inflación fuera mínima, hizo que los números finales del semestre no reflejaran una pérdida tan importante, en términos reales, de la caída de ingresos.

En Santa Cruz, el conjunto de los municipios y comisiones de fomento, reciben aportes de ley por la recaudación de impuestos nacionales (coparticipación federal), impuestos municipales y regalías hidrocarburíferas. Estas últimas fueron las más afectadas producto de la caída global del petróleo por la pandemia.

De esta forma, el conjunto de las comunas recibieron entre enero y junio de este año, un total de $3.589.648.595,68, en términos netos, esto es un 36,84% más que lo que fue transferido por coparticipación municipal durante el primer semestre del 2019, cuando la cifra total fue de $2.623.221.301,38.

Caída real

La inflación, según el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec) entre junio de 2019 y junio de 2020 fue del 42,8%. Esto significa que las transferencias, medidas en forma interanual con el desagio de la inflación, lejos de subir, bajaron un 6% real.

Aunque implica un pérdida real de ingresos, el porcentual terminó siendo inferior a lo que se proyectaba inicialmente. Sin embargo los últimos dos meses las transferencias netas fueron menores a las producidas en igual mes del año pasado.

Todos los meses fueron negativos, respecto de la inflación. Aunque enero y febrero, los más altos en transferencias, mostraron una merma de entre el 5 y 8% reales. Mayo fue un punto de inflexión, dónde la coparticipación girada por $505,9 millones contra los $606,9 millones de 2019. Lo que implica un merma neta del 16,6%. Porcentual que, descontada la inflación, crece a casi el 60%.

El mes pasado, junio, el valor neto siguió siendo negativo, aunque más amortiguado, (-7%), llevado a valores reales, significa una caída de la coparticipación, ese mes de casi el 50%.

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