Dos conceptos clave en una producción a cielo abierto como lo es la pecuaria son estabilidad y previsibilidad. En lugares climáticamente hostiles como nuestra provincia no son moneda corriente y lograrlos cuesta mucho dinero, incluso inversiones que, a nivel de productor, lo hacen inviable.
La llave para soñar con algo de previsibilidad en la producción pecuaria la tiene el proyecto de construcción de una planta de acopio de granos y forrajes en el puerto de Punta Quilla que en 2014/15 pergeñaron productores e industriales (para los frigoríficos es importante saber cuánta carne van a tener para programar su negocio). El proyecto fue acercado primero al Gobierno Provincial, y luego compartido con el Ministerio de Agroindustria de la Nación.

La producción ovina podría crecer un 41% con la suplementación, a través de granos, durante el invierno

Así en agosto de 2015 provincia y Nación firmaron un contrato para la construcción del centro de acopio de granos en el Puerto Punta Quilla. A fines de 2019 se autorizó vía licitación la compra de los silos con un monto de 33.100.000 de pesos (18.400.000 aportados por el Gobierno de la provincia de Santa Cruz y 14.700.000 de la Nación transferidos a través del Fondo para la Recuperación de la Actividad Ovina -FRAO-).
Se espera que los silos lleguen los próximos meses a Santa Cruz, y cuando mejoren las condiciones climáticas se pueda empezar su construcción. Podría conllevar un cambio de paradigma para las producciones pecuarias santacruceñas. Veremos por qué.

A pasar el invierno

“El clima riguroso de la provincia, con lluvias escasas y fríos intensos complica la producción de forrajes (alimento) durante la época invernal, lo que inevitablemente hace perder peso a los animales, incluso, a veces, generando la mortandad de los mismos”, explicó a SCP el médico veterinario Guillermo Clifton, del INTA Santa Cruz, uno de los que participó de la redacción del proyecto original hace un lustro.
“Para sortear las dificultades climáticas hay una diversidad de caminos y herramientas, la primera sería la producción de forrajes y pasturas, en los establecimientos en donde se pueda, mejorando lo que está disponible, pero para estabilizar la producción la llave es poder traer forrajes de otro lado y así suplementar, aunque sea a campo, no en feedlots necesariamente, de modo que los animales pasen el invierno sin perder peso, incluso puedan ganar algunos kilos”, explicó.
El objetivo es que cuando lleguen los meses de septiembre-octubre, que empieza a haber mejores pastos, y los animales pueden ir al pie de la cordillera o a las veranadas, no les cueste tanto entrar en ritmo. El problema es que traer el alimento por tierra en camión es muy caro. “Traer el balanceado desde el sur de Buenos Aires o La Pampa, algo viene de Chubut, a la zona, nos cuesta un 50% más, es mucha ventaja”, ahondó Clifton.

Primeros pasos

El proyecto inicialmente estipuló 6 silos, uno de 3.000 toneladas y 5 auxiliares de 600 toneladas cada uno, lo que daría una capacidad de 6.000 toneladas mensuales y alrededor de 60.000 al año, cuando hoy, el requerimiento estimado es de algo más de 12.500 toneladas de suplementos al año, según contó Clifton.
“Esto permitiría que más animales de distintas categorías lleguen al peso deseado, a otro precio y con estabilidad”, resumió. Y agregó: “Esto es importante también para los frigoríficos, que se aseguran una cantidad de kilos de carne”. Lo que se aprobó y se compró, en una primera etapa son dos silos de 1.500 toneladas cada uno. “La idea es que el complejo esté administrado por el Consejo Agrario como organismo mixto de participación público-privada, provincia, Nación y productores”.

Algunos números

Santa Cruz tiene 1 millón de ovejas madres con las que produce entre 500 y 600 mil corderos por año. Se estima que, mejor alimentadas, con puntuales suplementaciones invernales, ese mismo número de madres podría dar 850 mil corderos y además mejor alimentados.
“En bovinos, Santa cruz produce unos 45.000 terneros por año, de los cuales sólo termina unos 9.000 en la provincia, el resto, más de 30.000 se están yendo a engordar a los valles con feedlots de Chubut y vuelven en media res a un valor que triplica el valor de venta de los terneros en origen”. Con los silos estiman engordar unos 25.000 terneros en vez de 9.000 como ahora.

La primera etapa contempla la construcción de dos silos de 1.500 toneladas.

El desafío es recriar los teneros en la provincia de Santa Cruz. “Hoy pierden 9 a 10 kilos en el invierno” por lo que “imaginamos hacer una recría a campo para entregarle 2 kilos de alimento por animal por día durante unos 70 días y luego sí puedan aprovechar en los mallines, la precordillera, las veranadas, cuando llegue el momento”.
La base forrajera seguirá siendo el pasto, pero se los ayudará a que pasen mejor el invierno. Los números hoy son difíciles para suplementar si el forraje llega en camión. “Un productor con 250/70 terneros en recría necesita que engorden 400 gr por día para salir hecho”. Pero si se abarata el costo del alimento, “con 100 gr saldría hecho y el resto es ganancia”, ejemplificó Clifton.
Como cierre, Clifton deja otro tema sobre la mesa en referencia a la “forma” de cómo se hacen las cosas. Sostuvo que “cuando intensificás un sistema de producción significa más trabajo y algunos productores no están acostumbrados a tener que dar alimento día por medio. Y eso es algo que hay que tenerlo en cuenta porque requiere un cambio de cultura”, advirtió.

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