Río Graff“, el evento patagónico de graffiti y muralismo, contó con la participación de 30 artistas que pintaron 150 metros de paredón ubicados en calle Hernán Cortez y Macá Tobiano en Río Gallegos.

“Salió mejor de lo que esperábamos. Cuando uno conoce al artista se lleva grandes cosas, nos llevamos varios amigos para seguir expandiendo esto en la Patagonia”, manifestó Bastián Sánchez, uno de los artistas y talleristas que junto a Franco EspinozaCarlos Espinosa y Daniel León, llevaron adelante la organización del evento con el respaldo de la Casa de la Juventud.

Además de los locales, hubo participantes de Río GrandeComodoro RivadaviaCaleta Olivia, y Punta Arenas, Chile y en la última jornada, contaron con la visita del intendente Pablo Grasso. “Tuvieron intercambio con el intendente, fue importante, se habló de proyectos a futuro”, mencionó.

Ned Flanders, Eddy y hasta Scooby Doo quedaron plasmados en los muros de Río Gallegos.

Los “lienzos” se encontraban a escasos metros de la avenida Gregores, lo que permitió que muchos vecinos que diariamente transitan por el sector pudieran ver cómo iban avanzando los trabajos.

La respuesta de la gente fue muy positiva, pasaban tocando bocina y saludando desde los autos, no queríamos cortar la calle para que se pueda ver el intercambio de la gente con nosotros. Fuimos muy bien recibidos, los chicos la pasaron muy bien, nos quedamos hablando hasta tarde y todos eran comentarios positivos”, destacó Sánchez.

El evento también incluyó batalla de rap, actividad sobre la que comentó “tuvimos bastante convocatoria, gracias a Ciudad del Viento que se encargó de la organización”.

El “Río Graff” convocó a 30 artistas a pintar 150 metros de paredones.

“Pudimos cumplir la meta, eso era lo importante para nosotros, hacer algo que veníamos trabajando hace casi tres meses. Ahora, mirando hacia adelante y viendo que vamos a hacer a futuro”, manifestó.

Por último, Sánchez dedicó un párrafo aparte para lo que observó durante los tres días del “Río Graff”: “Los chicos demostraron un compromiso y un amor por el arte que pocas veces había visto. El sábado tuvimos tres lluvias y ninguno se despegó de la pared, el domingo tuvimos granizo y lluvia, ninguno se fue, estuvieron ahí pintando codo a codo. Los chicos del taller de graffiti quedaron asombrados con el nivel, por cómo pintaban, se generó el intercambio que queríamos que se generase. Estuvo muy hermoso todo”.

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