En la parroquia San José Obrero de Las Heras, el obispo Fabián González Balsa, administrador de la Diócesis de Río Gallegos, celebró la misa en el Día de San Cayetano.

En su homilía, el obispo señaló: “A San Cayetano le pedimos que con su intercesión, conceda el trabajo, paz, conceda todo aquello que las familias en esta querida Argentina estén necesitando. San Cayetano es el santo patrono de la providencia, aquello que estamos necesitando, cuando uno le pide con fe, el señor, por medio de él nos lo concede. Y nos concede fundamentalmente la necesidad más profunda del corazón que a veces es espiritual y muchas es material”.

Por otro lado, valoró: “Cuando uno comparte tiene una alegría especial. Cuando uno es generoso con lo poco o con lo mucho que tiene, el señor concede una alegría especial, misteriosa, es cuestión de probar”.

Hubo procesión por el patrono del pan y el trabajo. Foto: Jorge Bilbao/La Opinión Zona Norte

“Estamos celebrando esta providencia de Dios que nos concede a través de nuestro amigo San Cayetano, realidades espirituales pero también cosas que nos hacen falta materialmente hablando, por eso le pedimos también trabajo y pan. También le pedimos paz porque, queridos amigos, en esta bendecida Argentina, no la estamos pasando bien. No hace falta dar detalles o números, todos los conocemos. Casi la mitad de los habitantes son pobres y un número muy alto, indigentes, o sea que les cuesta vivir, no sobrevivir. Esto viene de hace mucho tiempo y no siempre nuestra clase dirigente estuvo respondiendo a esta necesidad. Por eso hoy pedimos, especialmente a San Cayetano, que también toque los corazones de los futuros referentes, responsables políticos, que serán elegidos el próximo fin de semana y en tantas otras elecciones que vamos a tener en el país, para que tengan esta sensibilidad. La política es el arte de la caridad por excelencia. Es el arte del bien común, de trabajar por el bien del otro“, manifestó.

“Hoy, estamos pidiéndole especialmente el trabajo que tanto hace falta en la Argentina, pero también la paz. Todos sabemos cuántos líos hay en distintos lugares de nuestra patria. No tenemos paciencia, no tenemos respeto por el otro y, generalmente, la decisión más fácil, imponerse, pisándole la cabeza al otro”, señaló.

“Todos le rezamos a Dios para que por medio de San Cayetano tengamos paz, trabajo, tengamos pan, nos conceda lo que el corazón está necesitando. Es casi un grito profundo del corazón. En otros años, capaz que estuvimos un poco mejor, pero este año el grito es muy profundo porque la necesidad es extrema”, sostuvo.

“Uno tiene que pedir con ganas trabajo para todos, paz y que todos tengan lo mínimo y lo máximo en la mesa, que nunca falte nada. Hay que hincharlo mucho, y perdón por el término, a San Cayetano, para que interceda y conceda lo que pedimos. Necesitamos, entre todos, pedir para que esto se dé en nuestra querida Argentina”, cerró.

Tras concluir la misa, González Balsa acompañó la procesión de aproximadamente 3 kilómetros hasta la Capilla de San Cayetano .

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