A 72 kilómetros de Esperanza y a 92 kilómetros de Rospentek se ubica Tapi Aike. Está en el cruce de dos rutas, la Nacional 40 y la Provincial 7. Allí es donde el Regimiento de Infantería Mecanizado 35 “Coronel Manuel Dorrego” del Ejército Argentino ha montado un centro de operaciones desde donde parten las comisiones de trabajo.
Desde el 22 de junio, el RIM 35 lleva realizado un promedio de 900 intervenciones de abastecimientos, entrega de combustible y víveres, entre otros. Además, ha efectuado una decena de rescates con atención sanitaria a personas que han quedado aisladas. Algunas al encontrarse en buenas condiciones de salud se han quedado en las estancias, pero otras han tenido que ser evacuadas.
Uno de esos rescates tuvo lugar este domingo, cuando a las 07:00 dos vehículos M113 partieron desde el puesto comando táctico hacia la estancia La Verdadera Argentina, ubicada a 56 kilómetros al suroeste de El Calafate.
Este fue el segundo intento, luego de que este sábado quedasen a 70 kilómetros y no pudieran avanzar por los fuertes vientos.
El objetivo del operativo era evacuar al puestero Leandro Leupichún, quien hace un mes se encontraba aislado en medio del temporal de nieve que afecta a la región. De hecho, hace una semana el Ejército ofreció evacuarlo en helicóptero, pero el joven trabajador se negó a irse y dejar a la deriva a sus perros. “No puedo dejarlos, se mueren de hambre o frío”, había dicho el puestero.
“Él se quedó, con la promesa de poder ser rescatado por tierra”, señaló el jefe del Regimiento de Infantería Mecanizado 35, teniente coronel Marcelo García Serrano, a La Opinión Austral. El puestero fue abastecido con víveres y combustible hasta el regreso de la comisión.
Este domingo, el equipo de evacuación estuvo conducido por el teniente primero Esteban Digiovanni, con dos conductores de vehículos M113, un mecánico, un enfermero y dos auxiliares, radio-operadores.
La distancia de 63 kilómetros les exigió un viaje de cuatro horas, debido a “la dificultad del terreno y a la necesidad de palear la nieve para abrir tranqueras”.
Cuando llegaron, contó el jefe del RIM 35, “estaba Leandro en buen estado, igualmente nuestro enfermero le realizó todos los chequeos médicos, presión, temperatura, ubicación en espacio tiempo, constatando que se encontraba en buenas condiciones“.
Tras chequear el estado de salud, fue la hora de reunir a los compañeros de Leandro, que no eran ni seis, ni doce, sino que en total eran 13 los perros que debían ingresar al vehículo militar para ser evacuados.
Era necesario reunir y subir a los canes al M113, pero muchos de los perros no tenían intenciones de ingresar a ese vehículo desconocido. Con paciencia y profesionalismo, la comisión finalmente logró cargar a todos los canes.
Una vez que el puestero y sus 13 perros estaban a bordo, comenzó el repliegue.
Cuatro horas más tarde, cuando ya anochecía en el sur, arribaron a Tapi Aike. Allí, la comitiva fue recibida por personal del Ejército y un amigo del puestero.
Si bien estaba previsto que Leupichún se alojase en Tapi Aike, no fue necesario, ya que por estas horas el hombre fue albergado por un colega. ¿Sus 13 perros? A salvo, junto al peón y gracias a la labor del Ejército Argentino.
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