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Un hombre estuvo unos meses detenido por una causa de contrabando de estupefacientes pero recuperó la libertad en las últimas horas, tras haber reconocido su participación en el delito.

Desde febrero y hasta los primeros días de octubre, un chofer de una empresa de turismo chileno, de 32 años, estuvo detenido en la Unidad Penitenciaria Federal N°15 de Río Gallegos a la espera de ser juzgado por el delito de “contrabando simple de estupefacientes”, luego que le encontraran unos vaporizadores con droga.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo establecer que todo comenzó en la mañana del 22 de febrero pasado, en el paso internacional “Laurita”, cuando agentes aduaneros junto a efectivos de Gendarmería Nacional, hicieron un control preventivo en la frontera.

Según pudo saber este diario, horas antes, el acusado -un hombre de apellido Aguilera Reyes– había salido de Puerto Natales con una mochila que contenía más de 30 vaporizadores con líquido con THC (de marihuana) con presuntos fines de comercialización de este lado de la Cordillera.

Aguilera Reyes tenía como destino final a El Calafate pero finalmente fue interceptado por las fuerzas de seguridad en el retén. Cuando los gendarmes le consultaron si podía abrir la mochila, el hombre ya estaba acorralado. Abrió la misma y el delito quedó al descubierto: no había declarado los vapers y en consecuencia se los secuestraron.

En la mochila también había una balanza digital y un picador de marihuana. El acusado fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, luego fue trasladado a la Unidad 15 de Río Gallegos. En el plexo probatorio contra Aguilera Reyes se destacó que le peritaron el teléfono celular y éste arrojó información sobre venta de los vaporizadores siempre del lado chileno.

Aunque la carátula provisoria contra el conductor de la empresa de turismo era más grave, en un debate abreviado no se pudieron acreditar algunos agravantes y finalmente quedó como “contrabando simple de estupefacientes“.

Finalmente, Aguilera Reyes reconoció el delito y, tras el pedido de la Fiscalía General, a cargo de Patricia Kloster, entendiendo que el hombre no tenía antecedentes, el Tribunal Oral Federal decidió condenarlo a la pena de tres años de prisión. Como recibió un monto excarcelable, también se dispuso que recupere su libertad.

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