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El último día de agosto se cerró con un operativo de emergencia en El Calafate, cuando un foco de incendio en las laderas del Cerro Calafate obligó a una rápida intervención de los bomberos de la Policía de Santa Cruz, en coordinación con el Consejo Agrario Provincial y los Bomberos Voluntarios de la localidad. Gracias al trabajo conjunto y a la rapidez en la respuesta, el fuego fue controlado en menos de una hora y no se registraron personas heridas ni intoxicadas por el humo.

Según pudo saber La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas, se pudo saber que el siniestro se desató en horas de la tarde del domingo y encendió las alarmas por tratarse de una zona de pastizales secos, altamente inflamables, y con ráfagas de viento que podían propagar las llamas hacia sectores más complejos. Desde el Cuartel Octava de Bomberos de la Policía, una dotación se dirigió al lugar a bordo de un móvil de primera intervención. Sin embargo, las características del terreno obligaron a que parte del trabajo se hiciera a pie, utilizando herramientas de zapa para atacar directamente los focos ígneos.

La labor de contención se reforzó con el apoyo del Consejo Agrario Provincial, que dispuso personal y recursos logísticos, y de los Bomberos Voluntarios, cuya experiencia resultó clave para sofocar rápidamente el avance del fuego. En menos de sesenta minutos el frente fue dominado, evitando daños mayores en un sector que es parte del paisaje natural de la villa turística y que constituye además un punto de referencia para residentes y visitantes.

Bomberos caminando en dirección a donde se desataba el incendio. (FOTO: POLICÍA SANTA CRUZ)

Fuentes de la fuerza de seguridad remarcaron la importancia del trabajo articulado entre distintas instituciones para afrontar este tipo de emergencias. “El clima y las condiciones del terreno hacen que cualquier foco, por más pequeño que sea, pueda transformarse en un incendio forestal de gran magnitud. Por eso la respuesta rápida y coordinada es fundamental”, señalaron.

Si bien en esta oportunidad la situación pudo ser controlada sin consecuencias graves, el hecho vuelve a poner en debate la necesidad de profundizar campañas de prevención, especialmente en temporadas secas y ventosas.

Desde el ámbito oficial se insistió en que gran parte de los incendios de pastizales se originan por descuidos humanos, ya sea colillas de cigarrillos mal apagadas, fogones sin controlar o la quema intencional de residuos. En este caso, las causas del inicio del fuego aún no fueron precisadas, pero se realizará un informe técnico para determinar el origen del foco ígneo.

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