Uno de los crímenes más brutales que se registró en el último tiempo en Santa Cruz tuvo como víctima a una joven madre de cuatro hijos y, hasta el día de hoy, los tres acusados por el homicidio no tienen una condena.
Se trata del caso de Soledad Burgos, una trabajadora estatal que fue asesinada en agosto del año pasado en el barrio 90 Viviendas de El Calafate, durante una emboscada que le hicieron sus propios vecinos quienes la atacaron con cuchillos y luego impidieron que profesionales de la salud la asistan.
La semana pasada se cumplió el primer aniversario del crimen y la familia de Soledad viajó a Río Gallegos con una serie de reclamos para exigir lo que ellos creen justo y necesario, en el marco del pedido de justicia que llevan adelante.
Por el caso están procesados René Zúñiga, su hermana Verónica y su padre Luis. Los tres se encuentran en Río Gallegos. Los primeros tras las rejas mientras que el último cuenta con prisión domiciliaria por su delicado estado de salud.
El pedido de la familia de la víctima fue escuchado por las autoridades judiciales y del Ministerio de Seguridad. Si bien hasta el momento no hay una fecha certera de juicio, lo que ellos pedían es que Luis Zúñiga tenga una tobillera electrónica, ya que contaban con la información que el acusado “hacía su vida como si nada”.
Desde la cartera encabezada por Luca Pratti se hicieron eco de eso y, tras una breve investigación, le colocaron un dispositivo para que el hombre no abandone la morada que está ocupando bajo la prisión domiciliaria. Cabe remarcar que esta tobillera permite tener un control sobre la persona mediante un sistema satelital.
Esto no es suficiente para la familia de la víctima y, en las últimas horas, alzaron la voz para solicitar más medidas de seguridad para que Zúñiga, efectivamente cumpla con la domiciliaria. “Queremos que tenga una consigna policial, es un peligro para la comunidad y a nosotros no nos deja tranquilos. Además queremos que se vea en serio el tema de su estado de salud porque sabemos que él está viviendo solo” aseguró Mabel Burgos, hermana de Soledad quien se ha puesto el reclamo al hombro, desde aquella jornada trágica del año pasado.
En el mismo sentido, adelantó que “vamos a hablar con la Fiscalía para que tome cartas en el asunto, que lo dejen en un lugar adecuado con custodia policial ahora tiene la tobillera pero fue porque lo hicimos público pero tiene que tener más seguridad”.
Tal como había dicho en su momento, Mabel remarcó que Zúñiga es un hombre que siempre fue violento con su familia y el resto de la gente y que “es un peligro, no solo para nosotros sino para el resto de la comunidad. Es un asesino que anda suelto” aseveró
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