La Cámara Oral de Río Gallegos avanza con los juicios en contra de personas acusadas de agresiones sexuales, en la zona sur de nuestra provincia y, en esta oportunidad, un hombre afronta una dura pena tras el debate de valoración de pruebas que se hizo en su contra, en horas de la mañana del martes.

Tal como lo informó La Opinión Austral, desde que terminó el receso invernal, la Justicia ha realizado juicios contra la integridad sexual de mujeres que se registraron en el último tiempo. En esta oportunidad, un peligroso abusador fue sentado en el banquillo de los acusados, por una causa que se remite al año 2017, en la localidad de El Calafate.

La causa tiene como acusado, detenido y procesado a PER, un hombre oriundo de Tucumán pero radicado en la villa turística quien, durante años, atacó sexualmente a la hija de quien era su pareja.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso este diario, a través de fuentes judiciales consultadas, se pudo establecer que el expediente tiene una caratula larguísima que da cuenta de los agravantes sobre los aberrantes sucesos.

LOA no ahondará sobre los detalles escabrosos del caso, con el fin de no revictimizar a la menor que, al momento de los hechos, tenía entre once y trece años de edad, pero dará cuenta de algunos sucesos en los que PER sometió a la menor utilizando violencia física y hasta amenazando a la nena.

El debate se hizo en la mañana del martes en la Cámara Oral. El tribunal estuvo encabezado por María Alejandra Vila quien estuvo junto a Joaquín Cabral y Jorge Yance. El fiscal de Cámara fue Federico Heinz, junto a Analía Molina como jefa de despacho. Rita González fue adjunta-complementaria.

PER usó su derecho a declarar y negó todas las acusaciones en su contra. Aseguró que él era inocente y acusó que la víctima “estaba con otros chicos” dijo sin ningún tapujo. Cabe remarcar que tuvo el asesoramiento de Jorge Trevotich como su acusado.

En los alegatos y pedidos de pena, el representante del Ministerio Público Fiscal mantuvo la acusación y pidió la pena de 18 años de prisión. Por su lado, Trevotich dijo que no había pruebas para condenar a su cliente y solicitó la absolución. La sentencia, el miércoles que viene

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