Hospital SAMIC El Calafate: 17 trabajadores de maestranza terminaron el secundario y mejoraron su categoría laboral

En un hecho histórico para el Hospital SAMIC de El Calafate, 17 trabajadores del área de maestranza lograron finalizar sus estudios secundarios y fueron recategorizados laboralmente, lo que les permitió acceder a mejores condiciones dentro del escalafón hospitalario.

La iniciativa representa un avance significativo tanto en lo educativo como en lo laboral, y fue posible gracias al impulso del equipo de funcionarios nacionales del presidente Javier Milei, con el respaldo directo de la presidenta del Consejo de Administración del hospital, Yamila Gentile, y de los consejeros nacionales Dr. Luis Giménez y Natalia Moreno. Desde la conducción del SAMIC destacaron que el objetivo central es profesionalizar y dignificar el trabajo del personal dentro del sistema de salud pública.

Desde el entorno directivo del hospital subrayaron el carácter inédito de la medida: “Ningún dirigente anterior lo hizo. Ningún gobierno peronista se ocupó de esto. Hoy lo hizo La Libertad Avanza. Lo hizo el León”, expresaron al referirse a la actual gestión nacional.

La finalización de los estudios secundarios no solo significó un logro personal para los 17 trabajadores beneficiados, sino también una mejora concreta en su situación laboral y salarial, al acceder a una nueva categoría dentro del hospital.

Además, la política implementada generó un efecto multiplicador: otros empleados del SAMIC ya se inscribieron para completar el nivel secundario, y algunos incluso comenzaron carreras terciarias, motivados por los programas de finalización educativa y acompañamiento institucional impulsados desde el hospital.

Desde la conducción del SAMIC El Calafate remarcaron que esta transformación refleja un cambio de paradigma en la gestión pública.

La experiencia demuestra que, cuando el Estado deja de funcionar como un espacio de clientelismo y se convierte en un motor de oportunidades reales, es posible generar movilidad social, crecimiento profesional y mejoras tangibles en la calidad de vida de los trabajadores.

El caso del Hospital SAMIC El Calafate se posiciona así como un ejemplo concreto de articulación entre educación, trabajo y gestión pública, con resultados medibles y un impacto que ya comienza a replicarse dentro de la institución.