Una vecina de El Calafate vive en un estado de angustia desde hace tiempo. Su hermana fue asesinada a puñaladas por sus propios vecinos, la acusaron de provocar un incendio en un taller donde murió un hombre, su pareja fue detenida por amenazar a una persona por ofrecerle drogas a su hija, le incendiaron la camioneta y, en la noche del miércoles, envenenaron a su mascota.
Se trata de Mabel Burgos, hermana de Soledad, la vecina de la villa turística brutalmente asesinada en un episodio ocurrido en agosto de 2022. Mabel está viviendo una auténtica pesadilla, causada por personas que, hasta el momento, no han sido identificadas por la Justicia.


Tal como informó La Opinión Austral en su edición del jueves, Mabel se sorprendió al ver que la camioneta que había sido secuestrada días antes, y que estaba próxima a ser entregada, terminó destruida por un incendio intencional, provocado por un líquido acelerante, según fuentes consultadas por este diario.


Al día siguiente, en la noche del miércoles, Mabel acudió a la Fiscalía de la villa turística a denunciar los hechos. Sin embargo, al regresar a su casa, recibió la triste noticia: su perro, Simba, agonizaba tras haber sido envenenado. “¡Qué inhumanos, meterse con una criatura indefensa!”, expresó Mabel en diálogo con La Opinión Austral.
“Estamos con mis hijos llorando, era uno de nuestros perritos que habíamos rescatado tiempo atrás”, agregó, visiblemente consternada.
En el caso intervino el personal de la Comisaría Segunda, que arribó momentos después del llamado de la damnificada. Los agentes se limitaron a constatar el hecho y, cuando Mabel les preguntó por posibles medidas preventivas, respondieron que no tenían información sobre el caso por parte de la Justicia.
Desesperada, la vecina pide medidas preventivas para evitar que los hechos sigan escalando. “Así como hicieron con la camioneta y con mi perro, no sé hasta dónde pueden llegar”, dijo, refiriéndose a los presuntos autores, que tendrían estrecha relación con los asesinos de su hermana. En el mismo sentido, Mabel logró contactar a autoridades policiales y judiciales, quienes le aseguraron que en el futuro cercano se tomarían medidas para protegerla a ella y a su familia.
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