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La villa turística de El Calafate atraviesa un momento de creciente preocupación por la inseguridad. En menos de 24 horas, se registraron al menos tres episodios de robo o intento de robo en distintos sectores de la ciudad. Un comercio fue nuevamente blanco de la delincuencia, una vivienda sufrió un intento frustrado de intrusión y, como si fuera poco, un hotel abandonado —atribuido a la propiedad de Lázaro Báez— también fue escenario de un hecho delictivo. La reiteración de casos en tan corto tiempo encendió las alarmas de vecinos y autoridades locales, que ven cómo la tranquilidad de la localidad se ve sacudida por hechos cada vez más frecuentes.

De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes consultadas y lo consignado por medios de la villa turística, se pudo saber que el primer episodio se produjo durante la madrugada del viernes en el local Punta Verde, ubicado sobre la avenida Costanera. Allí, los delincuentes rompieron el ventanal e ingresaron para llevarse bebidas alcohólicas y cigarrillos.

Lo llamativo es que no se trató de un hecho aislado: el comercio ya había sufrido al menos cuatro robos similares en las últimas semanas. La situación es tan reiterada que la Policía mantiene patrullajes más frecuentes en la zona. Sin embargo, ni esa presencia disuasoria logró frenar el accionar de los delincuentes. Minutos antes de la intrusión, un móvil policial había pasado por el lugar, y a las 3:30 de la madrugada, la alarma de seguridad volvió a sonar. Al arribar, los efectivos constataron la rotura del vidrio y el faltante de mercadería.

Mientras la Policía trabajaba en la escena de ese robo, se recibió un nuevo llamado que alertaba sobre otro intento delictivo, esta vez en una vivienda particular del barrio Lago Argentino, sobre la calle Prefectura Naval. En este caso, los delincuentes llegaron a desconectar el pilar de energía y forzar la puerta de ingreso, lo que demuestra planificación y conocimiento en su accionar. Sin embargo, por motivos aún desconocidos, abandonaron el lugar sin concretar el robo. El propietario de la casa no se encontraba en la ciudad, por lo que la vivienda estaba desocupada en ese momento, indicó el portal de noticias Ahora Calafate.

El tercer episodio tuvo lugar ya el sábado por la tarde, cuando vecinos alertaron a la Policía sobre movimientos sospechosos en un hotel abandonado que se atribuye a la propiedad de Lázaro Báez. Al llegar, efectivos del Comando de Patrullas y de la Comisaría Segunda sorprendieron a un grupo de personas que intentaba sustraer elementos del edificio. En el procedimiento lograron detener a un hombre, mientras que otros sospechosos huyeron a bordo de un vehículo antes de ser alcanzados.

Estos tres hechos no se dan en un vacío.  Tal como lo informó este diario, desde hace semanas, El Calafate viene registrando un incremento de situaciones vinculadas a la inseguridad, lo que genera un clima de tensión en una localidad que vive del turismo y cuya imagen se asocia habitualmente con la tranquilidad y la paz patagónica. La propia Justicia ha debido intervenir con allanamientos que derivaron en la demora de al menos dos personas vinculadas a hechos recientes. Sin embargo, los robos no cesan y la preocupación crece tanto entre los comerciantes como en los vecinos.

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