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Este viernes cerca de la una y media de la tarde, la tranquilidad de un barrio residencial en El Calafate se vio interrumpida por una emergencia que podría haber terminado en tragedia. Una fuerte fuga de gas en una vivienda de la calle Gobernador Gregores al 1300 activó todos los protocolos de seguridad, movilizando a bomberos, personal médico y autoridades locales en un operativo que demostró, una vez más, la importancia del mantenimiento de los artefactos domésticos en épocas de frío intenso.
La respuesta inmediata
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso La Opinión Austral, a través de fuentes policiales consultadas, se pudo saber que todo comenzó con un llamado de auxilio. Una policía del del Comando de Patrullas, fue quien dio la primera voz de alarma tras recibir el reporte de un vecino afectado por un penetrante olor a gas al intentar ingresar a su hogar. La División Cuartel Octava de Bomberos de la Policía de Santa Cruz no tardó en llegar al lugar, equipada con trajes especiales y Equipos de Respiración Autónoma (ERA) para evaluar la situación.


Según pudo saber este diario, al ingresar a la propiedad, los bomberos confirmaron lo peor: uno de los calefactores presentaba graves fallas, con acumulación de hollín y falta de mantenimiento, lo que generaba una peligrosa fuga. En segundos, el equipo procedió a ventilar los ambientes y aislar la zona de riesgo, mientras se solicitaba el apoyo urgente de Distrigas, la empresa encargada del suministro de gas en la región.
El protocolo que salvó vidas
La rápida intervención de los especialistas evitó lo que pudo ser un desastre. Distrigas realizó una prueba de hermeticidad y confirmó la pérdida en los artefactos, procediendo a retirar el medidor como medida preventiva. Mientras tanto, el afectado, quien ya presentaba síntomas de intoxicación —mareos y malestares estomacales—, fue atendido de inmediato por personal del Hospital SAMIC, destacando una vez más la importancia de la coordinación entre organismos en situaciones críticas.
En el operativo también estuvieron presentes el subcomisario Franco Albarracín , jefe de la División de Bomberos, y efectivos de la Comisaría Primera, quienes supervisaron que las medidas de seguridad se cumplieran al pie de la letra.
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