Alejandro Arroyo, el latinoamericano que ha visto más eclipses totales en el mundo, viajo hasta Torreón para presenciar el eclipse solar total que este 8 de abril maravilló a millones de personas.
No es astrónomo ni investigador, pero luego de haber observado su primer eclipse, hace 30 años, este historiador de arte chileno quedó maravillado y desde entonces ha buscado perseguir estos fenómenos por todo el mundo.
Arroyo ha estado en los cinco continentes e incluso sobrevoló el Atlántico sur para ver un eclipse desde un avión. Su afición como “cazador de eclipses” comenzó en Putre, una pequeña comunidad de Chile de alrededor de 700 personas, que se vio rebasada por los miles de visitantes que recibió.
“Me impactó mucho cómo reacciona el medio ambiente, el entorno, las personas, cómo cambia la luz, esos elementos me hicieron que me entusiasmara, esto se vuelve una afición, yo no soy astrónomo ni científico, no es mi área de trabajo, yo soy historiador de arte, me dedico a la producción cultural, pero es tan fascinante lo que podrán observar que a mí me hizo, en esa oportunidad, un clic, y busqué dónde sería el próximo”, comentó.
Este 8 de abril estuvo presente en Cristo de las Noas en Torreón, uno de los lugares donde se pudo observar el fenómeno astronómico plenamente y a través de las redes sociales compartió cómo fue el emocionante momento.
“Otro eclipse a la lista. Muchas gracias por todo el cariño, ¡que lindo es Torreón y su gente!”, escribió luego en sus redes sociales.
La preparación logística de un cazador de estos eventos inicia varios años atrás, por lo que actualmente ya comenzaron a comercializarse los vuelos y hospedaje para el que ocurrirá en Egipto en 2027, incluso ya hay precios para otro que será en 2029.
Como recomendación para los laguneros, pidió que no improvisen y que definan desde temprano el sitio donde verán el eclipse, pues lo peor que puede ocurrirles es que se pierdan el evento por la saturación en los desplazamientos, entre otros factores.
Desde su profesión, Arroyo señaló que los eclipses en artes visuales no tienen tanta representación, sin embargo, considera interesante la visión que tienen los niños de este evento, lo que ha evolucionado con la información que han recibido, pues en la edad media eran imágenes tenebrosas que hablaban de lo maligno y daños a las personas, pero hoy se trata de aspectos positivos, tras los avances en investigación donde se ha informado que no producen ningún daño.
“El único daño físico es cuando uno no usa las gafas correspondientes, desde el punto de vista de la retina”, aclaró.
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