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En ese país, la forma de elegir a sus representantes es distinta de la que se emplea en la Argentina, donde los ciudadanos escogen directamente por el candidato que quieren en las urnas. Todas las encuestas y los especialistas pronostican un resultado cerrado, con poca diferencia entre los candidatos. Un final abierto que tiene pendiente a todo el mundo.

En este caso norteamericano, la elección es indirecta, por lo que los votantes no eligen entre postulantes, sino que delegan esa tarea en el Colegio Electoral, integrado por 538 representantes. El número “mágico” para acceder a la Presidencia es de 270 electores.

Este es un factor que podría de- morar el resultado de la contienda y la clave estará en siete estados aunque Pensilvania, el más poblado, se destaca como el que tiene mayores probabilidades de inclinar la balanza hacia la demócrata Harris, quien busca ser la primera mujer en llegar a la Casa Blanca, o el republicano Trump, quien gobernó entre 2017 y 2021. Entonces, el momento en que se sabrá quién es el o la próxima presidenta de los Estados Unidos dependerá de lo ajustado que sea el resultado final.

Por ejemplo, si los números de los estados decisivos como Pensilvania y Georgia son muy parejos, se podría tener que esperar varios días para confirmar una victoria. Algo así ocurrió en los comicios de 2020, cuando la victoria del actual mandatario Joe Biden se supo el sábado posterior a la elección. Este año, tras inversiones de los distintos estados para agilizar el recuento de votos, los resultados podrían conocerse más rápido y una estimación optimista asegura que el miércoles temprano puede ser una opción. Se prevé que entre el 98% y el 99% de los sufragios de Pensilvania estén contabilizados para el miércoles por la mañana, lo mismo que en Michigan y Wisconsin.

Las elecciones de los Estados Unidos se realizan el primer mar- tes de noviembre, en este caso el 5, más allá de que los norteamericanos tienen la opción de votar de forma anticipada. Para ganar, un candidato tiene que alcanzar los 270 votos del Colegio Electoral. Cada uno de los 50 estados del país tiene un número distinto de electores: es igual a la cantidad de sus senadores y sus representantes en la Cámara Baja, por lo que tienen más peso los que están más poblados. El que tiene más representantes es California, con 55 electores, mientras que Delaware tiene sólo tres.

Por esta razón, el sistema lleva a que los postulantes se enfoquen más en las estados indecisos que en los que son tradicionalmente de un partido u otro, Una de las características de este sistema electoral es que un candidato puede ser el más votado, pero no necesariamente se quedará con la victoria. Por ejemplo, en las elecciones en las que se enfrentaron Donald Trump y Hillary Clinton, la demócrata obtuvo más votos de ciudadanos, pero el republicano ganó porque tuvo más electores. Algo similar pasó en 2000, cuando Al Gore obtuvo el 48,4% de los votos contra 47,9% de George Bush, aunque el candidato republicano ganó las elecciones porque llegó a 271 electores.

En los Estados Unidos, el mandato de los presidentes es de cuatro años y sólo puede ejercer por dos períodos consecutivos. El actual presidente, Joe Biden, fue el postulante demócrata original de esta elección, pero un pésimo desempeño en su debate con Trump determinó que se le sugiriera dejar paso a Harris, más joven y lúcida.

En medio de esta campaña, muchos famosos optaron por apoyar públicamente a uno u otro. El último fue Mick Jagger, quien ayer anunció su apoyo a Kamala Harris y dijo que sus hijos ocho votarán por ella.

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