La Asamblea Legislativa boliviana promulgó este miércoles una cuestionada ley que apoya el uso del dióxido de cloro para enfermos de coronavirus, pese a ser una sustancia que durante la pandemia fue desaprobada por científicos para tratar el Covid-19 y que incluso causó muertes en varios países, dos de ellas en Argentina.

La presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, que ejerce como presidenta del parlamento, promulgó este miércoles la norma que desde agosto estaba pendiente de sanción por parte del Gobierno de facto.

La Asamblea Legislativa tiene mayoría del opositor Movimiento Al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales, que mantiene una confrontación constante con el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, quien se negó a promulgar varias leyes que Copa, del partido mayoritario, terminó sancionando.

Copa dictaminó la polémica medida amparada en un inciso del artículo 163 de la Constitución, que señala que las leyes remitidas al Ejecutivo pueden ser observadas por el presidente del Gobierno en el término de 10 días hábiles desde el momento de su recepción, pero, si no, puede promulgarlas quien dirija el parlamento.

La norma del uso del dióxido de cloro fue remitida por el Gobierno de facto de Áñez al Tribunal Constitucional para que determine si es compatible con la Constitución, reseñó la agencia de noticias EFE.

De forma excepcional, la ley prevé liberar de aranceles la importación del dióxido de cloro, cuyo “uso alternativo” está previsto “mientras exista riesgo de contagio de coronavirus”, según el MAS, que espera que la norma acabe con un “mercado negro” del químico desinfectante.

 

Consecuencias del dióxido

El dióxido de cloro causó estragos en varios países y poco atrás el deceso de dos personas en Argentina, entre ellas un niño de apenas cinco años, cuyos padres le suministraron para prevenirlo del coronavirus a escasos días de que la conocida animadora televisiva Viviana Canosa lo ingiriera al aire en su programa.

Según la nueva ley aprobada en Bolivia, la elaboración del producto corresponderá a laboratorios autorizados y su envase debe informar de la dosis y las precauciones con que debe tomarse, para su comercialización en farmacias y clínicas autorizadas, pero sin necesidad de receta médica.

Áñez pidió varias veces que no se use el dióxido de cloro como remedio para el Covid-19 por los riesgos a la salud, alertados por organismos sanitarios internacionales y varios países en distintos continentes, ya que tiene efectos nocivos comprobados como la destrucción de tejidos en los sistemas respiratorio, gastrointestinal, hepático y renal.

Desde el inicio de la pandemia, Bolivia registró más de 139.000 casos y más de 8.300 muertos.

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