Científicos dieron con la tecla y encontraron un nuevo aspecto del coronavirus que podría llevar a nuevas formas de combatirlo. Esta vez, han logrado descubrir el “arma secreta” que el SARS-CoV-2 utiliza para ser mucho más infeccioso que su predecesor, el SARS-CoV.

 

Al igual que éste último, el nuevo coronavirus usa el receptor ACE2 para acceder a las células humanas y diseminarse rápidamente por el sistema respiratorio. “El punto de partida de nuestro estudio fue la pregunta de por qué el SARS-CoV, un coronavirus que provocó un brote mucho más pequeño en 2003, y el SARS-CoV-2 se propagan de una manera tan diferente a pesar de utilizar el mismo receptor principal ACE2”, explicó Ravi Ojha, virólogo de la Universidad de Helsinki, en Finlandia.

 

Investigadores de esta universidad y de la Universidad Técnica de Múnich, en Alemania, examinaron el revestimiento de púas del virus bajo un microscopio y compararon los genomas de los dos virus.

 

Entonces descubrieron que el nuevo coronavirus había aprendido un “nuevo truco“: utilizar una especie de ‘gancho de agarre’ para adherirse de manera más agresiva a los tejidos humanos, en particular en el receptor neuropilina-1, que recubre los tejidos nerviosos dentro de la cavidad nasal humana, indicó el portal RT.

 

“En comparación con su predecesor, el nuevo coronavirus había adquirido una ‘pieza adicional’ en sus proteínas de superficie, que también se encuentra en las púas de muchos virus humanos devastadores, incluidos el del Ébola, el VIH y cepas altamente patógenas de influenza aviar, entre otros”, señaló Olli Vapalahti, otro virólogo de la universidad finlandesa.

 

Es decir, para infectar las células humanas, el SARS-CoV-2 es capaz de utilizar un receptor llamado neuropilina-1, que es muy abundante en varios tejidos humanos, incluido el tracto respiratorio, los vasos sanguíneos y las neuronas.

 

“Se sabía que el SARS-CoV-2 usa el receptor ACE2 para infectar nuestras células, pero los virus a menudo usan múltiples factores para maximizar su potencial infeccioso. A diferencia del receptor principal ACE2, que está presente en niveles bajos, la neuropilina-1 es muy abundante en las células de la cavidad nasal. Se trata de una localización de importancia estratégica que posiblemente contribuya a la infectividad eficiente de este nuevo coronavirus, que ha provocado una gran pandemia, que se propaga rápidamente por todo el mundo”, explicó Giuseppe Balistreri, jefe del grupo de investigación de Biología Celular Viral en la Facultad de Biología y Ciencias Ambientales de la Universidad de Helsinki.

 

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