“Las vacunas contra la Covid-19 ya autorizadas, que están siendo modificadas para actuar con las nuevas cepas, no requerirán una nueva aprobación completa o ‘largos’ estudios clínicos”, informó un comunicado del regulador británico MHRA.

 

Esta decisión se fundamenta en el procedimiento que ya se aplica a las vacunas de la gripe, modificadas cada año para hacer frente a las nuevas cepas del virus.

 

Según el comunicado, los fabricantes de vacunas deberán aportar “pruebas sólidas” de la respuesta inmunitaria producida por el inyectable modificado, sin tener que pasar por los “largos” ensayos clínicos.

 

También deberán demostrar que la calidad y seguridad del nuevo producto sea la requerida, y los reguladores podrán basar su decisión en los amplios ensayos originales y los estudios en curso sobre los efectos de las vacunas administradas a la población, precisaron.

 

“Nuestra prioridad es suministrar vacunas eficaces lo más rápidamente posible, sin comprometer la seguridad”, afirmó el responsable de la MHRA, Christian Schneider.

 

El Reino Unido, el país más castigado de Europa por la pandemia con casi 124.000 muertos, está desarrollando una de las campañas de vacunación contra el coronavirus más rápidas del mundo por la que casi 21 millones de personas ya recibieron una primera dosis en un país de 66 millones de habitantes que no prevé vacunar a los menores salvo excepciones.

 

Gracias a las vacunas, las autoridades británicas esperan levantar muy gradualmente el estricto confinamiento vigente desde principios de enero.

 

Sin embargo, los expertos temen que las nuevas variantes, incluida la surgida en Brasil y de la que se identificaron varios casos en el Reino Unido, no sean tan efectivamente bloqueadas por las vacunas actuales.

 

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