El coronavirus continúa sorprendiendo a la humanidad con nuevas rarezas en torno a los síntomas. De ser una enfermedad respiratoria, ahora sabemos que es una enfermedad multisistémica, pudiendo afectar a uno o varios órganos del cuerpo.

 

En ese sentido, uno de los fenómenos más inquietantes de la enfermedad es su capacidad para originar un fenómeno inflamatorio en el cuerpo, en el que la formación de coágulos sanguíneos es una complicación muy común.

 

Las alteraciones a nivel inflamatorio provocadas por la enfermedad tienen múltiples manifestaciones en el organismo, y ya se sabía que podían afectar al aparato reproductor masculino, provocando una dolorosa hinchazón al invadir los testículos.

 

Ahora, dos casos documentados científicamente recogen que un síntoma de una infección grave del coronavirus SARS-CoV-2 puede ser el priapismo, una afección que se produce cuando la sangre queda atrapada en el pene y cuyos síntomas son erecciones de más de cuatro horas de duración no relacionadas con la estimulación sexual.

 

Así lo describió un articulo del American Journal of Emergency Medicine: el primer caso detectado en Ohio, Estados Unidos, se refiere a un hombre de 69 años con historial de obesidad que fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos tras una semana con síntomas respiratorios. Y el segundo caso se registró en un hombre de 62 años ingresado en Versalles, Francia. En ambos casos, el único método para revertir la dolorosa erección fue retirar la sangre con una jeringa.

 

En esa línea, el doctor Elmer Huerta, prestigioso oncólogo peruano, explicó en un podcast especial de la CNN: “El priapismo es una condición en la que la sangre se coagula dentro de los cuerpos cavernosos del pene, y se describe como una erección que dura más de 4 horas, y que si no es tratada a tiempo, puede causar daño irreparable en el órgano”.

 

“En adultos, la principal causa de priapismo está en problemas con el tratamiento farmacológico de la disfunción eréctil, especialmente la terapia de inyección. Otras causas menos frecuentes son el uso recreativo de drogas, traumatismos en los genitales o la ingle y problemas de la médula espinal”, añadió Huerta.

 

En agosto de 2020, el hombre de 69 años fue ingresado en el Miami Valley Hospital de Dayton, Ohio, con un caso grave del coronavirus. El paciente, que finalmente murió a causa de otras complicaciones del virus, experimentaba falta grave de aliento, inflamación y acumulación de líquido en los pulmones. El personal médico lo sedó antes de colocarle un respirador, pero su estado siguió deteriorándose.

 

Después de 10 días, sus pulmones comenzaron a fallar y fue puesto boca abajo, una técnica de emergencia utilizada para ayudar a que el aire se mueva mejor por todo su cuerpo. Después de 12 horas, cuando los médicos lo volvieron a poner boca arriba, las enfermeras notaron que su pene estaba erecto. Luego de tres horas, incapaces de arreglar la situación con una bolsa de hielo, los médicos drenaron la sangre del pene del hombre con una aguja, solucionando con éxito el ataque de priapismo. El hombre estuvo inconsciente en todo momento.

 

“El priapismo no volvió a ocurrir”, indicaron tres médicos del Miami Valley Hospital en el informe sobre el paciente en el artículo. Sin embargo, sus pulmones no se recuperaron y el paciente finalmente falleció.

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