La semana pasada, a través de WhatsApp, les había contado a sus amigos cordobeses que había sido invitado a una fiesta en una posada en un balneario de las paradisíacas playas del atlántico. “Al otro día no tuvimos contacto con él”, contó al medio El Doce, Nicolás, amigo de Rodrigo.

 

Dentro del local en el que se realizaba el evento, el joven oriundo de Córdoba discutió con unos hermano gemelos y el cruce verbal terminó en patadas y trompadas. El dueño del lugar echó a los tres y la pelea continuó en la calle. Según testigos, Rodrigo quedó inconsciente tras recibir varios palazos en la cabeza.

 

Minutos más tarde, una ambulancia lo trasladó de urgencia al Hospital Santa Casa de Misericordia, ubicado a 150 kilómetros, en la ciudad de Sobral. “A la madre le avisaron que tenía un traumatismo de cráneo grave y que esperarían a que ella viajara para decidir la desconexión”, relató Nicolás.

 

Finalmente, “El Bocha” fue intervenido quirúrgicamente, pero no resistió la operación y falleció, según palabras de Alejandro Funes Lastra, cónsul argentino en Recife. La madre del joven se enteró de la noticia mientras hacía escala en un aeropuerto camino a Brasil.

 

 

“La madre nos pidió disculpas porque lo iba a despedir allá. Estaba contento ahí y sentía que aquella era su casa. Por eso su madre decidió no repatriar el cuerpo y hoy unos amigos le consiguieron una posada para que realicen un velorio íntimo”, reveló el amigo del argentino asesinado. Era muy querido en la zona, en Preá, que es un pueblo de pescadores. Bocha era un aventurero, viajó como muchos argentinos y encontró su lugar en el mundo como también su final”.

 

Fuentes policiales confirmaron que los gemelos asesinos prófugos son intensamente buscados por las fuerzas de seguridad, aunque hasta el momento no hay novedades sobre su paradero.

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