Este 7 de diciembre, la princesa heredera al trono holandés, Amalia, celebró tranquilamente con la familia su cumpleaños 18, en sintonía con las reglas sanitarias impuestas en su país por la pandemia de Covid-19, agravada por la irrupción de la variante Ómicron, y la tradición de la discreta Casa de Orange.

Catalina-Amalia, la hija mayor del rey Guillermo y su esposa argentina, la reina Máxima (Zorreguieta), nació el 7 de diciembre de 2003. Debido a que el trono se transmite de padres a primogénitos, ella está destinada a ser la próxima reina de la Casa de Orange, que gobierna los Países Bajos desde 1815.

Actualmente, tiene el título de Princesa de Orange desde que en 2013 su padre se convirtió en el rey y la reina Beatriz, su abuela, se apartó de escena con el título de princesa. Consciente de su posición histórica, ella dice: “Estoy al servicio de mi país. Le entrego mi vida a Países Bajos“.

Aunque no está prevista ninguna celebración especial por la mayoría de edad de la princesa, el miércoles prestará juramento nuevo como miembro del Consejo de Estado del país, órgano que asesora al Gobierno en materia constitucional.

El Consejo de Estado es una de las altas instancias del Estado, órgano asesor del Gobierno y del Parlamento y que, en última instancia, crea jurisprudencia en los conflictos que surjan entre ciudadanos y administración. Según la Ley del Consejo, a partir de ahora Amalia podrá estar presente y participar en las deliberaciones, pero no tendrá derecho a voto.

Por el momento, Amalia quiere disfrutar de su juventud y estudiar: está interesada en Historia, Economía y Derecho, pero todavía no sabe qué carrera seguirá. “Quiero viajar por el mundo y hacer cosas que quizás no podré hacer veinte años. En algunas empresas hay prácticas muy interesantes, pero aún no hay nada acordado“, dijo.

En junio, renunció a su derecho a un subsidio estatal de 1,6 millones de euros -que se destina al príncipe heredero para el desempeño de sus actividades- porque se sintió incómoda con la idea de recibir esa suma antes de asumir plenamente sus responsabilidades, mientras que otros estudiantes lidian con problemas financieros.

 

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