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Los mercados financieros globales se vieron sacudidos por una fuerte ola de ventas el lunes, en lo que ha sido denominado un “Lunes Negro“. La creciente preocupación por una posible recesión en Estados Unidos, alimentada por datos de empleo más débiles de lo esperado, desencadenó una reacción en cadena que llevó al desplome de las principales bolsas del mundo.

El índice Nikkei 225 de Tokio sufrió su peor caída desde el famoso “Lunes Negro” de 1987, perdiendo un 12,4% y arrastrando consigo a otros índices asiáticos como el de Taiwán y Seúl, que cayeron más de un 8% y 9%, respectivamente. En Europa, la situación tampoco fue mejor, con el Ibex 35 de Madrid, el CAC 40 de París y el DAX de Frankfurt registrando pérdidas superiores al 1%. Los futuros de Wall Street también apuntaban a una apertura a la baja, con el Nasdaq liderando las pérdidas.

¿Qué desencadenó esta crisis?

El detonante de esta fuerte volatilidad fue la publicación de un informe sobre el empleo en Estados Unidos el viernes, que reveló un aumento en la tasa de desempleo más allá de lo previsto. Este dato alimentó los temores de que la economía estadounidense esté desacelerándose y podría estar entrando en recesión.

Ante esta perspectiva, los inversores se apresuraron a deshacerse de activos de riesgo como las acciones y buscar refugio en activos considerados más seguros, como los bonos del Tesoro estadounidense. La caída de los rendimientos de estos bonos sugiere que los inversores anticipan una mayor flexibilización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed).

El papel del Banco de Japón

Otro factor que contribuyó al nerviosismo en los mercados fue la decisión del Banco de Japón de ajustar su política monetaria, elevando ligeramente las tasas de interés. Esta medida, inesperada por muchos inversores, fortaleció al yen japonés y ejerció presión sobre las empresas exportadoras niponas.

Impacto en los mercados de divisas

El fortalecimiento del yen frente al dólar y el euro fue uno de los hechos más destacados de la jornada. La divisa japonesa ganó más de un 2% frente a ambas monedas, alcanzando niveles no vistos desde principios de año.

¿Qué esperar?

La atención de los inversores se centrará ahora en las decisiones de política monetaria de los principales bancos centrales, especialmente la Fed. Si la Fed decide realizar recortes de tasas más agresivos de lo esperado, podría proporcionar un cierto alivio a los mercados. Sin embargo, si la situación económica empeora, es posible que veamos nuevas caídas en las bolsas.

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