Una investigación publicada el pasado domingo por la revista Rolling Stone reveló que el cantante y compositor estadounidense Marilyn Manson (de nombre real Brian Hugh Warner) tenía un pequeño recinto de vidrio en su apartamento de West Hollywood, donde encerraba a las mujeres con las que estaba saliendo.

Según la información, el cantante llamaba a este espacio “La habitación de las chicas malas“. La había construido un inquilino anterior del apartamento con la función original de cabina de grabación, pero fue re diseñada una vez Manson se mudó a la residencia. El informe se basa en más de 55 entrevistas con personas que han conocido a Manson.

Un ex asistente del cantante dio a conocer que Manson disfrutaba contando a otros sobre la jaula de vidrio. Varias mujeres que salieron con Manson afirmaron que el espacio era “una celda de confinamiento solitario utilizada para torturar psicológicamente”.  Fue allí donde Warner cometió repetidos actos de maltrato mental, físico y sexual que las dejaron con episodios paralizantes de ansiedad, depresión, ataques de pánico y trastorno de estrés postraumático, según la investigación.

“Al principio hizo que sonara genial, luego hizo que sonara muy punitivo. Aunque hubiera gritado nadie me habría oído, […] primero peleas y él lo disfruta. Aprendí a no pelear, porque eso era lo que él quería”, señaló Ashley Morgan Smithline, una de las ex parejas de Manson que actualmente lo demanda por agresión sexual y reclusión ilegal. Aseguró que el cantante la obligó a permanecer en la ‘habitación de las chicas malas’, a veces durante horas.

En septiembre de 2021 un juez estadounidense desestimó una demanda por agresión sexual presentada contra Manson por una mujer que permaneció bajo anonimato. Actualmente Manson se enfrenta a varias demandas de ex parejas que lo acusan de violación, trata de personas y reclusión ilegal. Aparte de Ashley Morgan Smithline, su ex asistente personal Ashley Walters y la actriz Esmé Bianco dirigieron acciones legales en contra del cantante.

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