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Durante la madrugada de este miércoles, el Senado de México aprobó la reforma judicial impulsada por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en medio de una tensa jornada en la que manifestantes irrumpieron en el recinto mientras votaban.
La irrupción de un grupo de personas en el interior del Senado obligó a paralizar temporalmente el debate, mientras en la calle cientos de personas se concentraron para protestar.
La reforma, que incluye entre sus puntos más polémicos la elección de los jueces mediante voto popular, obtuvo 86 votos a favor, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, mientras que la oposición ha sumado 41 votos en contra.
La propuesta ya había sido aprobada sin dificultades la semana anterior en la cámara baja, donde Morena y sus aliados cuentan con una amplia mayoría. El Senado representaba el principal reto para la aprobación de la reforma, ya que se necesitaban deserciones de legisladores opositores para que prosperara.
La votación, sin embargo, no es definitiva, ya que ahora los senadores iniciarán debates específicos sobre cada uno de los 60 artículos que conforman la reforma. Una vez aprobado en lo particular, el texto pasará a la mesa de López Obrador para su promulgación final.
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