El artista callejero trabajaba en una esquina de la ciudad chilena de Panguipulli cuando un carabinero pidió que se identificara. El joven malabarista se negó y fue baleado ferozmente frente a cientos de celulares que registraron el momento.

 

Más tarde, cientos de personas se manifestaron para repudiar el hecho. Las protestas terminaron con un total de 10 edificios públicos totalmente destruidos por incendios.

 

El comandante del cuerpo de Bomberos de Panguipulli, Rodolfo Zúñiga, dijo que las labores de extinción de las llamas continuaron hasta la madrugada y que lograron controlar la emergencia, según el portal web de la cadena de radio chilena Bío Bío.

Si bien el directivo no entregó una lista completa de las instituciones, Bío Bío informó que entre los edificios siniestrados está la Municipalidad, la oficina de Correos,el Registro Civil, el Juzgado de Policía local, entre otros y aseguró que se registró un intento de saqueo contra una sucursal del banco BCI.

 

“Lamentamos como municipalidad la pérdida de este joven malabarista. Yo espero que las responsabilidades se establezcan a través de los tribunales y que se haga justicia”, declaró por su parte Ricardo Valdivia, alcalde de Panguipulli, a radio Cooperativa.

 

Personas que presenciaron el incidente comenzaron a gritar en contra del uniformado que disparó contra el joven, lo que derivó en las manifestaciones para exigir justicia.

 

Antes de los incendios, la policía utilizó gases lacrimógenos y carros hidrantes, según mostraron los medios locales.

 

Carabineros respaldó al agente y aseguró que utilizó su arma “en resguardo de su propia integridad, de su propia vida” y “dentro de la legítima defensa propia”, según Boris Alegría, teniente coronel de la Policía de Panguipulli, en un video difundido por la institución.

 

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