“Me he puesto a disposición de las organizaciones feministas que han dedicado su vida a la pelea por un aborto libre y seguro para todas; junto a ellas y a las parlamentarias promocionantes de este proyecto”, agregó Orsini, quien se mostró confiada de que el proyecto llegará al pleno: “Esperamos despacharlo (aprobarlo en comisión) lo antes posible a la Sala de la Cámara”.
En medio de la creciente expectativa de organizaciones de derechos humanos, el movimiento feminista y parte de la oposición, el Gobierno de Piñera ya adelantó que no lo apoyará.
Este proyecto de despenalización del aborto iniciará su primer trámite legislativo por segunda vez, luego que en agosto de 2018 fuera ingresado por diputadas opositoras, en un intento infructuoso por reformar el Código Penal, que estipula sanciones contra la interrupción del embarazo, excepto por unas pocas excepciones.
La última vez que el movimiento feminista se anotó una victoria en este tema fue en septiembre de 2017, cuando se aprobó y promulgó la Ley de Aborto que despenaliza la interrupción del embarazo para tres causales: riesgo de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.
En el caso de esta última causal, la actual norma sólo permite realizar la interrupción hasta la semana 12 de gestación, o hasta la semana 14, si la madre es menor de 14 años.
Según una reciente encuesta de Plaza Pública Cadem, un 56% de los chilenos está de acuerdo con el aborto legal, pero sólo en algunas circunstancias, mientras solo un 27% de los encuestados apoya la interrupción del embarazo “bajo cualquier motivo”.
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