Alfred Nobel nació 21 de octubre de 1833, Estocolmo, Suecia. Creó los galardones que llevan su nombre para reconocer grandes descubrimientos que se hicieran cada año en beneficio de la humanidad.

 

Alfred estudió ingeniería y química y creó también sus propios inventos: a lo largo de su vida registró hasta 355 patentes. Realizó experimentos con la nitroglicerina, un material altamente inestable y explosivo que se había descubierto en 1846. A raíz de sus investigaciones inventó la dinamita, un explosivo que, desgraciadamente, tuvo mucho éxito. La gran demanda de dinamita durante las guerras europeas que se sucedieron en los siguientes años convirtieron a Alfred Nobel en un hombre muy rico.

 

Nunca se casó y no tuvo hijos. Por ese motivo, decidió que parte de su fortuna se usara para crear unos premios que premiaran a grandes pensadores y científicos en el campo de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz.

Premios Nobel 2020

Premio Nobel de Medicina: Hepatitis C

El Premio Nobel de Medicina de este año fue para los estadounidenses Harvey Alter y Charles Rice y para el británico Michael Houghton, por descubrir el virus de la Hepatitis C.

Antes de que ellos llegaran, el mundo conocía solo dos tipos (A y B) pero gracias a su investigación, fue posible identificar el tercero: la peligrosa versión que explicaba los casos de Hepatitis transmitida por sangre. “Hicieron posible salvar millones de vidas”, señaló el Comité.

 

Premio Nobel de Física: Agujeros Negros

El Premio Nobel de Física de este año fue para el británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez, por sus avances en el conocimiento de los fenómenos conocidos como agujeros negros.

Por un lado, Penrose probó que los agujeros negros son una sólida predicción de la teoría general de la relatividad. Por el otro, Genzel y Ghez encontraron un objeto masivo —4 millones la masa de nuestro Sol— en el centro de la Vía Láctea. ¡Sopas!

 

Premio Nobel de Química: Tijeras Genéticas

En este 2020, el Premio Nobel de Química fue para dos mujeres: la francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer A. Doudna. Se llevaron las palmas de la academia nórdica por desarrollar un método para editar el genoma.

Para ponerlo en términos domingueros, ellas crearon unas tijeras genéticas. ¿Qué hacen? Pues nomás pueden cambiar el ADN de animales, plantas y otros organismos con extrema precisión. “Esta tecnología ha contribuido a nuevas terapias contra el cáncer y puede hacer realidad el sueño de curar enfermedades heredadas”, señalaba el Comité.

 

Premio Nobel de Literatura: Shulada de poesía

El codiciado y prestigioso Nobel de Literatura llegó para otra estadounidense: la poeta Louise Glück. También es ensayista y en sus repisas igual guarda un Premio Pulitzer así que vale la pena echarle un ojo a sus textos publicados (que también están en español).

En su premiación le dijeron bien bonito así que mejor dejamos esas palabras: “por su inconfundible voz poética que con austera belleza universaliza la existencia individual”.

 

Premio Nobel de la Paz: Hambruna

A veces esperamos que el Premio Nobel de la Paz tenga nombre y apellido, que llegue a un individuo que hizo un esfuerzo extraordinario por cambiar el mundo en el que vivimos, pero el de este año fue distinto. Llegó para el Programa Mundial de Alimentos.

Este organismo pertenece a la ONU y tiene una chamba titánica: combatir la hambruna en más de 135 millones de personas que viven en zonas de conflicto. “Hasta el día en que tengamos una vacuna médica, la comida es la mejor vacuna contra el caos”, decía el Comité.

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