Si un integrante de la familia es un perro, es bueno que conozcas las razones por las que no es recomendado invitarles de todo.

Si estás disfrutando de algo dulce y te rindes a la mirada de tu perrito. Sí, esa mirada compasiva con unos ojos expresivos, mientras se lame el bigote y te da la pata para que le des, y entonces tú lo haces. Hoy te damos razones para que ya no compartas tu comida con el perro, especialmente los dulces.

Los dulces y los perros no se llevan, ya que este tipo de alimentos su cuerpo no los procesa, pero el que no se manifieste de forma inmediata una señal del daño o alguna expresión de dolor, no significa que sean buenos para ellos.

De hecho, si le preguntas a cualquier veterinario si puedes darle dulces al perro te dirá tajantemente siempre que no lo hagas; pero hay personas que lo hacen en pequeñas cantidades de vez en cuando, y aunque no lo creas eso también les genera un daño en su salud.

Todo aquello que sea hecho con azúcar refinada, confitería, chocolate o dulces hechos a base de té o café son muy dañinos, especialmente estos últimos que tienen teobromina y altera su sistema nervioso y circulatorio.

Los perros no pueden comer dulces y azucares porque su sistema digestivo es diferente, no cuenta con las enzimas necesarias para su digestión y sus intestinos son más cortos, esto se traduce en que ellos no pueden metabolizar los azúcares de forma rápida entonces se acumula el azúcar en su cuerpo y el altera la sangre y el sistema circulatorio provocando que el perro tenga un exceso de energía.

Provoca

Obesidad, sobrepeso y diabetes
Daño en los dientes
Pancreatitis por el exceso de azúcar que el páncreas tiene que eliminar mediante el metabolismo.
Alteración del sistema nervioso
Y en una gran cantidad puede generar envenenamiento y la muerte de la mascota.

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