El sacerdote Robert Willis, deсano de la Catedral de Canterbury, Inglaterra, estaba haciendo una transmisión por Internet para los fieles, un servicio de oración en línea, cuando un gato se tomó su desayuno en vivo.

El felino se llama Tiger y es uno de los cuatro gatos que viven en ese recinto. Mientras el religioso transmitía el sermón, el pequeño se subió a la mesa, al lado del sacerdote, y con su pata derecha empezó a tomar leche de una jarra.

Cuando Willis advirtió lo que sucedía, sonrió, lo acarició y dijo “es un amigo”. Luego continuó con su servicio, mientras Tiger, sin ningún disimulo, siguió bebiendo la leche por varios minutos, y su robo quedó registrado en el video que, posteriormente, se viralizó en las redes sociales.

Leé más notas de La Opinión Austral